Hefame colabora en una investigación europea sobre el impacto del covid-19 en los ancianos
La campaña solidaria puesta en marcha por Grupo Hefame para colaborar en proyectos de investigación y solidarios contra la pandemia, SOS Covid, se ha empezado a concretar en acciones, con la colaboración de la Cooperativa con el Proyecto Branyas, proyecto de investigación sobre el impacto del covid-19 en la muestra de población geriátrica y psiquiátrica más grande de Europa.
Grupo Hefame, a través de su Fundación y su marca propia Interapothek ‘ia’, y con la participación de las farmacias, inició su campaña el pasado mes de diciembre, con el objetivo de recaudar fondos para apoyar a organizaciones, instituciones o asociaciones que trabajan para combatir la enfermedad y los efectos de la pandemia entre la población más vulnerable.
Interapothek participa gestionando la producción y el diseño del gel solidario y donando el porcentaje del beneficio obtenido de su venta, y Fundación lo hace trabajando proyectos y marcando acuerdos destinados a ir mitigando los efectos sociales y humanitarios que está provocando la pandemia, apoyando, además, la ciencia, la educación, la salud y la igualdad.
En el proyecto Branyas colabora el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y sus institutos (Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, el Instituto de Economía, Geografía y Demografía, el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación), la Agencia Estatal para la Investigación Científica y el Desarrollo Tecnológico, adscrita al Ministerio de Ciencia e Innovación, y una farmacia comunitaria de Vilassar de Dalt, la mayor de su tipo en España en gestión farmacológica para residencias geriátricas.
El objetivo del proyecto es investigar el virus desde un punto de vista médico, clínico, farmacológico y genético para ayudar a proteger mejor a nuestros mayores y personas internas por problemas cognitivos. En definitiva, facilitar la adopción de medidas de protección más efectivas y adaptadas al riesgo de cada persona.
Durante dos años, los investigadores analizarán datos de más de 3.000 personas mayores que viven en unas 30 residencias. Estos datos partirán de un estudio clínico y farmacológico para ofrecer una visión multidisciplinar, que integrará estudios sociodemográficos, biológicos, inmunológicos, psicológicos y de la microbiota intestinal de personas ya infectadas y de no expuestas del mismo colectivo, y establecerá correlaciones que indiquen especial riesgo ante una futura infección de las personas no expuestas.