Iberdrola ganó 1.845 millones de euros entre enero y junio, el 12,2% más que en el primer semestre de 2019, según ha informado hoy la compañía, que cifra el impacto de la covid-19 en su beneficio neto en 153 millones de euros por la caída de la demanda y provisiones por insolvencias.
Pese a la incertidumbre que provoca la pandemia de coronavirus, Iberdrola mantiene su previsión de crecimiento del beneficio neto en niveles de un dígito, así como su política de remuneración, ha asegurado la energética.
En su informe de cuentas del primer semestre remitido al supervisor bursátil, subraya que no es posible hacer una estimación precisa sobre los posibles impactos futuros de la covid-19 en sus resultados durante los próximos meses dada la incierta velocidad a la que se van a recuperar las economías de los países en los que opera, la duración de las medidas gubernamentales en vigor y las medidas adicionales que podrían tomarse en los próximos meses.
"A medio y largo plazo, y a nivel consolidado, no debiera tener un impacto relevante en las proyecciones económicas futuras de la compañía, una vez las economías de los países en los que se encuentra hayan completado su recuperación y sus marcos regulatorios correspondientes hayan aplicado las medidas mitigadoras previstas", añade Iberdrola.
De vuelta a las cuentas del semestre, la compañía ha apuntado que el mantenimiento de la actividad en los últimos doce meses, con inversiones de 8.237 millones de euros y 4.900 nuevos megavatios puestos en explotación; la diversificación geográfica y de negocio y la mejora de la eficiencia fueron las claves de los resultados hasta junio.
Las cuentas reflejan también la plusvalía de 485 millones generada por la venta en febrero del 8,07% que Iberdrola mantenía en Siemens Gamesa por un total de 1.099,5 millones de euros, aunque ésta se vio parcialmente compensada por el impacto de impuestos en Reino Unido (157 millones).
El resultado bruto de explotación (ebitda) bajó el 1,4%, hasta 4.918,2 millones, por la crisis sanitaria (157 millones), los efectos extraordinarios positivos contabilizados en el primer semestre de 2019 por la cesión de contratos de suministro a largo plazo de GNL (89 millones), y las reliquidaciones en el negocio de redes en España (33 millones) y la depreciación de divisas.
Excluidos estos impactos, el ebitda aumentaría el 4,2%, según Iberdrola, cuyos ingresos totales retrocedieron el 9,9%, hasta 16.467,4 millones.
Por negocios, el de Generación y Clientes redujo su cifra de ventas el 13% (9.193,8 millones) y elevó su ebitda el 14% (1.351,8 millones); el de Redes facturó el 8,8% menos (6.357,6 millones) y recortó su ebitda el 10,6% (2.318,6 millones), y el de Renovables ingresó el 5,9% más (2.036,5 millones) y generó un 5,3% más de ebitda (1.226,9 millones)
Durante el primer semestre, la energía eléctrica distribuida por Iberdrola fue de 109.040 gigavatios hora (GWh), inferior en el 6,2% a la de un año antes, con descensos del 8,6% en España (42.431 GWh), del 7,1% en Reino Unido (15.886 GWh), del 2,8% en Estados Unidos (18.181 GWh) y del 4,3% en Brasil (32.540 GWh).
La producción neta de electricidad fue de 79.299 GWh, el 4,8% más, según datos de la compañía, que finalizó junio con una capacidad instalada de 53.102 MW, el 8,9 % más, y durante el primer semestre invirtió 3.582 millones de euros, el 2,3% más. La generación de caja fue de 3.922 millones de euros, añade el informe, que recoge que a finales de junio, la deuda financiera neta ajusta de Iberdrola era de 37.554 millones, 62 millones más que un año antes.