Konery continúa promoviendo la sinergia entre energía solar y agricultura con el Proyecto Voltagro

El proyecto nace por la necesidad del sector agrícola de adaptar las infraestructuras de producción fotovoltaica a su actividad, sin alterar los modelos de agricultura. Para ello, es necesario innovar y desarrollar proyectos en los que la sinergia entre ambos sistemas coexista.

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El objetivo principal de este proyecto es la optimización de sistemas agrovoltaicos en agricultura irrigada mediante el control automático, algoritmos predictivos e inteligencia artificial, para maximizar el rendimiento de la producción agrícola y fotovoltaica, minimizando el uso del agua y aumentando el beneficio económico y medio ambiental

Para poder cumplir con este ambicioso objetivo, se ha formado un grupo operativo para llevar a cabo la ejecución del proyecto llamado Voltagro. Se trata de siete entidades de diferente naturaleza: la empresa de ingeniería energética, Konery; la Universidad de Valladolid (UVA); la Asociación de investigación para la mejora del cultivo de la remolacha azucarera (AIMCRA); la sociedad cooperativa COAGACART; la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT); la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas (SECH); y la Asociación de empresas de energías renovables (APPA).

Sistema de producción fotovoltaica

El proyecto Voltagro consiste en el desarrollo de un novedoso sistema agrovoltaico para su empleo con cultivos de regadío. Está constituido por un módulo central en el que estarán colocados los paneles fotovoltaicos distribuidos en cuatro aguas con orientación este-oeste, que podrán desplazarse adaptando su apertura a las necesidades lumínicas y microclimáticas del cultivo.

Konery, como líder y gestor energético, ha realizado un estudio de viabilidad para la construcción de la estructura compuesta por 60 paneles fotovoltaicos que se ubicarán en Cartagena (Murcia) y Valladolid (Castilla y León). Aunque se está planteando aumentar el número de paneles en ambos casos para conseguir una instalación con una potencia total de 63,6 kWp.

Con este sistema se pretende obtener un análisis de los modelos climáticos, de cultivo y de producción fotovoltaica que se desarrollarán. Para ello es necesario realizar el análisis mediante un sistema electrónico, de comunicaciones y algoritmos que se instalarán en el sistema irrivoltaico, para gestionar de forma automática la fertirrigación del cultivo, controlando las condiciones microclimáticas para cubrir las necesidades hídricas y nutricionales del cultivo. Así se consigue maximizar el beneficio económico y optimizar el comportamiento agroambiental.

En la Región de Murcia se estudiará una rotación de 2 o 3 especies vegetales en ciclos de otoño y primavera (lechuga y melón). Mientras que en Castilla y León se estudiará el cultivo anual de la remolacha azucarera. En ambas localizaciones se evaluará el ahorro potencial de agua.

Retos y oportunidades

La disminución del rendimiento agrícola es la principal barrera para la implementación del sistema agrovoltaico en las tierras agrícolas. Por eso, el objetivo de este proyecto es incluir un sistema de producción de energía solar teniendo en cuenta la rentabilidad del sistema y las mejoras en el modelo de cultivo. Para ello es importante diseñar un sistema que aproveche el espacio optimizando ambas actividades.

El reto está claro, la posibilidad de tener un sistema de autoabastecimiento energético de las explotaciones agrícolas (necesidades eléctricas para el bombeo o la fertirrigación), además de poder participar en el mercado eléctrico actuando como productor de energías renovables del excedente eléctrico generado.

El resultado final será la obtención de un sistema innovador, que permitirá a las explotaciones agrícolas de regadío disponer de un sistema de producción fotovoltaica en el ejercicio de su actividad, que pueden controlar de forma automática entre las variables, la apertura y cierre de paneles, la fertirrigación de los cultivos.