Los Bancos de Alimentos prevén un repunte del 20% en la demanda de ayuda este año
En la Región de Murcia, más de 46.475 personas tuvieron que acudir al Banco de Alimentos a lo largo de 2021.
La inflación y el conflicto bélico en Ucrania provocarán un repunte del 20% en el número de personas que acude a los Bancos de Alimentos en busca de ayuda, según las previsiones para el 2022 de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL).
La federación alerta de que estamos ante un nuevo escenario de emergencia social: la escalada de los precios se ha solapado con la pandemia y está cronificando la situación de pobreza alimentaria que ya sufrían muchas personas en España. La cifra actual se mantiene cerca de los 1,5 millones de usuarios registrados.
Con el objetivo de hacer frente a esta situación de emergencia, la Fundación ”la Caixa” y CaixaBank impulsan la tercera edición de la campaña solidaria 'Ningún Hogar Sin Alimentos'. Esta iniciativa recaudó un total de 5,5 millones de euros entre los años 2020 y 2021, marcados por un aumento en la demanda de ayuda alimentaria del 50% debido a la pandemia.
Gracias a esos donativos se consiguieron 5.986 toneladas de alimentos básicos que fueron distribuidos entre los 54 Bancos de Alimentos asociados a FESBAL, para que llegaran a las personas que más lo necesitaban, a través de casi 9.000 entidades sociales colaboradoras.
En la Región la campaña la han presentado en el Banco de Alimentos de Murcia Lourdes Toribio, delegada de la Fundación “la Caixa”, José García-Galbis Marín, presidente del Banco de Alimentos, y Olga García, directora
territorial de CaixaBank.
En Murcia, entre 2020 y 2021, la campaña recaudó 156.846 euros en favor del Banco de Alimentos de Murcia. Además, la nueva crisis no solo está afectando a miles de ciudadanos en situación de vulnerabilidad, también a los propios Bancos de Alimentos de todo el país y a las entidades sociales encargadas de repartir comida en los barrios.
Por culpa de la subida de precios, cada vez reciben menos donativos y excedentes para abastecer sus almacenes de provisiones y han tenido que reducir más de un 10% la cantidad de alimentos que distribuyen. También les ha afectado el retraso en la llegada de los fondos europeos para entidades previstos para 2022.