El pago a través del móvil en los comercios, en vez de con una tarjeta física, es cada vez más habitual entre los usuarios digitales. La comodidad y sencillez de esta forma de pago está motivando un crecimiento cada vez mayor, que en el caso de BBVA en España ha llegado a multiplicar por diez el número de compras mensuales de sus clientes a través de estos dispositivos en el último año. A junio de 2019, los clientes de BBVA realizan más de tres millones de compras al mes, frente a 300.000 en junio de 2018.
Para poder realizar este tipo de operación solo es necesario que el usuario disponga de un ‘smartphone’ con conectividad NFC (Near Field Communications) y una tecnología inalámbrica de corto alcance que permite intercambiar datos entre dispositivos y la ‘app’ de BBVA (Android e iPhone) junto a Google Pay, Apple Pay y, próximamente, también Samsung Pay. De esta forma, el usuario puede elegir la forma que más le guste para pagar con su móvil. Por otro lado, los interesados en pagar con Samsung Pay deberán activar el pago desde la propia aplicación de Samsung.
Con sólo activar el pago móvil, vincular una tarjeta a cualquiera de los sistemas y, una vez en el establecimiento, acercar el móvil al datáfono, el cliente puede pagar de forma inmediata y segura, y disponer de toda la información de la compra al mismo momento.
El uso de estos sistemas de pago es seguro y ágil. Para compras inferiores a 20 euros con Google Pay o la ‘app’ de BBVA el cliente no tendrá que introducir ningún pin, mientras que para compras con Apple Pay o Samsung Pay el usuario deberá utilizar algún sistema de autenticación biométrico para autorizar la compra.