La multinacional Soedesco cierra la compra del estudio de videojuegos murciano Superlumen
La multinacional Soedesco, desarrollador y distribuidor de videojuegos cuya matriz está ubicada en Países Bajos, ha adquirido Superlumen, un estudio de desarrollo dedicado a la creación de experiencias y videojuegos inmersivos ubicado en el Parque Científico de Murcia (PCM), que gestiona el Instituto de Fomento.
Soedesco ya mostró interés por publicar uno de los proyectos estrella de Superlumen: Desolatium, galardonado con el Premio al Juego más Innovador de 2018 y finalista a mejor juego del año en la V Edición de los Premios PlayStation, así como también el de Juego más innovador de 2021 en Weird Market de RTVE.
Juan Cassinello, CEO y cofundador de Superlumen, aseguró, con motivo de la visita de responsables de Soedesco a las instalaciones de Superlumen en Murcia, que “esta relación ha concluido con la compra de nuestro estudio, lo que nos permitirá desarrollar videojuegos y proyectos al nivel más alto, gracias a la capacidad y la experiencia que tiene Soedesco en la creación de entretenimiento interactivo a nivel mundial”.
Cassinello explicó que “además, posibilitará que nos podamos centrar en nuestros propios proyectos, después de estar desarrollando experiencias virtuales para otras marcas”.
Superlumen está inmerso en varios proyectos entre los que destaca Desolatium una aventura gráfica Point-and-Click en primera persona basada en los Mitos de Lovecraft.
Desolatium presenta una variedad de puzles y acertijos, que deberán ser resueltos para avanzar, a la vez que se investigan unas misteriosas desapariciones y se toman una serie de decisiones que influirán en el final del juego.
El PCM, gestionado por el INFO, sigue consolidándose como una infraestructura clave para la consolidación de empresas innovadoras de base tecnológica (EiBT) regionales, teniendo en estos momentos más del 95% del espacio destinado al alojamiento de empresas, ocupado y, esperando poder comenzar a finales de este año las obras de rehabilitación del edificio Q del Complejo de Espinardo, como ampliación de dicho PCM, destinando más de 800 m2 al alojamiento de nuevas empresas innovadoras y tecnológicas.