Odilo identifica las claves educativas de este 2024
La cartagenera ODILO, la edtech española que permite a todo tipo de organizaciones e instituciones crear su propio Ecosistema de Aprendizaje Ilimitado, ha elaborado el informe ‘Tendencias de aprendizaje 2024’, donde se recogen los ejes clave que marcarán el camino de la formación para este año.
“El auge de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, la robótica, el pensamiento computacional o la realidad aumentada están transformando la manera en que nos desenvolvemos en el ámbito educativo. Igualmente, es necesario destacar la importancia de la educación en competencias emocionales como vehículo para la búsqueda del bienestar tanto del alumnado como del profesorado”, afirma Ainhoa Marcos, Country Manager de Educación en ODILO.
1. La consolidación de la IA como herramienta educativa
La inteligencia artificial (IA) juega un papel fundamental en la adaptación del aprendizaje, al posibilitar que los materiales, las actividades y las estrategias de enseñanza se ajusten a las necesidades particulares de cada estudiante. La inteligencia artificial posibilita que las plataformas de aprendizaje proporcionen un aprendizaje adaptativo y personalizado, ajustando los contenidos y las necesidades o intereses del alumnado.
Al integrar inteligencia artificial de manera efectiva, los profesores pueden optimizar la planificación de clases, centrarse en las necesidades individuales de los estudiantes y mejorar la eficacia general del proceso educativo. Pero debemos entender la IA como una herramienta y no como un fin, ya que la enseñanza implica aspectos emocionales, éticos, culturales y sociales en la labor docente que la IA nunca va a poder reemplazar.
2. El impacto de las pantallas
Los resultados de los alumnos españoles en el último Informe PISA han suscitado una gran preocupación, puesto que hablamos de las peores cifras desde que se empezara a publicar este estudio en el año 2000. En relación con ello, el 30% de los estudiantes encuestados opinan que las pantallas generan distracciones en el momento del aprendizaje. Esto ha provocado que muchos agentes, tanto políticos como sociales, valoren negativamente el papel que están jugando las pantallas en la educación y el impacto que tienen en la implicación de los alumnos.
El uso de dispositivos digitales en las escuelas es un tema polémico, con impactos tanto positivos como negativos en el rendimiento y bienestar de los estudiantes. Sin embargo, la OCDE, a través de PISA, muestra una relación positiva entre la integración intencional de la tecnología en la educación escolar y el rendimiento estudiantil, así como reconoce que los dispositivos de ocio como los teléfonos móviles pueden distraer y tener consecuencias negativas, ya que la distracción digital de los dispositivos de ocio está asociada con resultados de aprendizaje más bajos.
Entonces, ¿qué pueden hacer las instituciones educativas? El desafío radica en fomentar la integración deliberada y productiva de la tecnología digital en entornos de aprendizaje, al tiempo que se minimizan sus posibles distracciones. El problema no son las pantallas, sino la falta de formación para educar a los estudiantes en un consumo responsable y equilibrado. Por un lado, porque facilitan una amplia gama de recursos que van más allá de las limitaciones de un libro de texto y, por otro, debido a que complementan la lección que imparte el profesor, de forma que ayudan a una mejor asimilación de los contenidos.
3. La profundización en contenidos STEM
A medida que la tecnología avanza como una competencia transversal en el mercado laboral, la educación STEM se consolida como un modelo novedoso que promueve la integración y el desarrollo de materias científico-técnicas en un único marco disciplinar. Plantea un enfoque didáctico cuyo objetivo es garantizar su presencia en todas las asignaturas a través de la inclusión de contenidos imprescindibles para el desarrollo profesional en el actual contexto global: código, programación, robótica, etc. No en vano, la LOMLOE plantea este modelo como una nueva forma de comprender el mundo utilizando métodos científicos, pensamientos matemáticos y de la ingeniería para transformar el entorno de forma comprometida, responsable y sostenible.
En los últimos años, han surgido otras vertientes como STEAM o ST2REAM, que agregan materias como las artes o la lectura. La premisa es la misma: hacer que los estudiantes aprendan sobre pensamiento crítico, resolución de problemas, creatividad, innovación, investigación, colaboración y liderazgo.
En la era digital actual, la programación y el pensamiento computacional han dejado de ser habilidades exclusivas de los expertos en tecnología para convertirse en herramientas fundamentales en la formación integral de los estudiantes. La integración de estas habilidades en todas las asignaturas y niveles educativos de forma transversal es una necesidad imperativa para preparar a las generaciones futuras ante un mundo cada vez más tecnológico y conectado. No se trata solo de enseñar a programar, sino de desarrollar habilidades cognitivas fundamentales y de preparar a los estudiantes para un mundo en constante cambio. La colaboración entre disciplinas y la adopción de enfoques pedagógicos innovadores son clave para asegurar que cada estudiante adquiera las herramientas necesarias para prosperar en la sociedad digital del mañana.
4. La búsqueda del bienestar de los alumnos
Las escuelas del mañana no deben centrarse únicamente en el rendimiento académico, sino también aspirar a desarrollar estudiantes capaces de pensar de manera independiente, poseer un sólido sentido de moralidad y navegar en un mundo globalizado y digital. PISA 2022 también abarca una gama más amplia de resultados cognitivos, sociales y emocionales de los estudiantes, capturados en el nuevo PISA Happy Life Dashboard. Los últimos resultados de PISA muestran que los sistemas educativos pueden ofrecer tanto instrucción de alta calidad como oportunidades de aprendizaje equitativas para todos, y que pueden respaldar la excelencia académica no a expensas del bienestar de los estudiantes, sino a través del bienestar de los estudiantes.
La tarea para los gobiernos es ayudar a que los sistemas educativos estén a la altura de este desafío. Al comprender cómo funcionan las tecnologías que rodean nuestras vidas, los estudiantes pueden tomar decisiones informadas, participar activamente en la sociedad digital y contribuir al desarrollo sostenible.
5. La importancia de la formación docente
La formación docente es esencial para proporcionar una educación de calidad y garantizar el éxito profesional en el futuro. En lo que se refiere a ello, el bilingüismo es uno de los principales horizontes de mejora, ya que no solo enriquece la experiencia de aprendizaje, sino que también prepara a los estudiantes para enfrentar la alta competitividad del mercado laboral actual. Por otro lado, en un mundo cada vez más digitalizado, es crucial que los educadores integren de manera efectiva las tecnologías emergentes en su propuesta para proporcionar una enseñanza completa y de calidad.
La combinación de estas dos dimensiones, junto con la capacitación en ingeniería emocional, fortalece la labor docente y propicia un modelo educativo que trasciende las barreras lingüísticas y tecnológicas, al tiempo que cultiva el bienestar emocional de alumnos y profesores.