Odiseo recibe su primer Sol
Odiseo ha recibido su primer Sol en la gala de los reconocimientos gastronómicos que concede Repsol. Inaugurado en febrero de 2020, el edificio ha sido creado con el propósito de situar la ciudad de Murcia en el mapa gastronómico gracias a una propuesta integral de ocio y diversión en la que la cocina es el hilo conductor. En sus 15.000 m2, distribuidos en tres alturas es posible encontrar una sala de espectáculos, tres terrazas, una discoteca y tres restaurantes y el renovado casino de Murcia, que constituyen la quintaesencia del complejo y que llevan la firma del cocinero Nazario Cano, ganador, además, de una Estrella Michelin en Odiseo.
Con Odiseo, Grupo Orenes sigue reafirmado su compromiso con la gastronomía de calidad y ampliando su presencia en el sector de la hostelería en la Región, siendo actualmente una de las empresas con más inversiones, empleos y establecimientos gastronómicos.
COCINERO POR VOCACIÓN. La gastronomía premiada de Odiseo lleva la firma de Nazario Cano. De cada maestro y de cada vivencia, Nazario fue absorbiendo algunos de los rasgos que hoy definen su cocina. Una cocina tan osada en apariencia como esencial en el fondo; donde hay tanta reflexión como intuición (la propia materia prima es la que lo inspira); que puede definirse como de autor pero también como de terruño, ya que se adapta a la despensa local del lugar en que se encuentra en cada momento; que resulta divertida (por estética, insólita, fácil de compartir...) pero, al mismo tiempo, reverencia un producto de primera y en la que se vale de técnicas primitivas (salazones, ahumados, sustanciosos caldos y fumets, etc.) en pro de reforzar el sabor.
Odiseo ha creado un repertorio inagotable de conceptos culinarios que hacen que cada visita sea única y distinta a la anterior. Nazario Cano ha destacado que «otros colegas tienen que coger un avión para visitar sus diferentes negocios; yo, por suerte, solo tengo que tomar el ascensor», explica el chef, cuyo cargo en este nuevo proyecto bien podría ser el de responsable de emociones: «Me gusta decir que un cocinero no duerme, sueña, porque nuestra misión no es solo dar de comer bien, sino sorprender y hacer disfrutar al comensal».