Repsol reforzará la competitividad del complejo industrial de Cartagena
Se trata de uno de los principales motores económicos y de generación de empleo de la Región, con unas instalaciones en las que trabajan cerca de 900 personas.
Repsol ha presentado este jueves su Actualización Estratégica 2024-2027. En este plan, la compañía fija sus prioridades para los próximos cuatro años para reforzar su crecimiento rentable, consolidar su apuesta multienergética y alcanzar sus objetivos de descarbonización para 2027 y 2030 y las cero emisiones netas en 2050.
Una de las claves de la estrategia de descarbonización de Repsol se encuentra en la evolución de los complejos industriales de la compañía en polos multienergéticos. Estos activos garantizan el suministro energético y apoyan el mantenimiento de más de 5.000 puestos de trabajo directos de la compañía en la Península Ibérica.
En este sentido, Repsol prevé inversiones netas en su negocio Industrial de entre 5.500 y 6.800 millones de euros entre 2024 y 2027 para mantener a la vanguardia estas instalaciones y desarrollar productos de bajas emisiones, como los combustibles renovables, el hidrógeno renovable y el biometano. Las inversiones en iniciativas bajas en carbono están condicionadas a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España.
En el Complejo Industrial de Cartagena, Repsol reforzará su competitividad para mantener estas instalaciones entre las más avanzadas del mundo y creará nuevas iniciativas bajas en carbono, dotándolas de la escala necesaria y asegurando que acompasa la inversión al entorno regulatorio. Los proyectos para desarrollar nuevas iniciativas bajas en carbono están condicionados a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España.
Uno de los principales hitos en Cartagena será la puesta en marcha a lo largo de este mes de la primera planta de producción de biocombustibles avanzados de España, a partir de materias primas recicladas, con una capacidad de producción de 250.000 toneladas de combustibles renovables, que evitarán 900.000 toneladas de CO2 al año, equivalente a poner en las carreteras 400.000 vehículos eléctricos, el actual parque de coches enchufables en España.
El hidrógeno renovable será también importante para la descarbonización de los complejos industriales. Repsol, el mayor productor y consumidor de hidrógeno de la Península Ibérica, proyecta instalar electrolizadores en sus seis centros industriales de España y Portugal. En Cartagena, prevé poner en marcha un electrolizador de 100 MW para la producción de hidrógeno en 2027, que se utilizará como materia prima para producir combustibles renovables y otros productos descarbonizados.
Esta nueva planta, ya anunciada, y que se construirá junto a Enagás Renovable como socio, se ubicará en el interior del complejo industrial y supondrá una inversión superior a 200 millones de euros y la generación de más de 1.100 empleos en las diferentes fases de construcción y puesta en marcha.
Una parte del hidrógeno renovable producido en las nuevas instalaciones se utilizará para descarbonizar distintas industrias del Valle de Escombreras, entre las que se encuentra el complejo industrial de Repsol. El oxígeno renovable también será usado por Repsol y por otras industrias del Valle de Escombreras en sus procesos. Además, está prevista la construcción de un colector hasta la terminal de gas natural licuado de Enagás para posibilitar la inyección de hidrógeno renovable. Este proyecto ha sido calificado por la Comisión Europea como ‘Estratégico y de Interés Común Europeo’ (IPCEI).
El objetivo de Repsol es alcanzar una capacidad total de producción de combustibles renovables, incluyendo hidrógeno renovable, de entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas en 2027 y de entre 2,4 y 2,7 millones en 2030 en la Península Ibérica y en Estados Unidos, y liderar el mercado de biocombustibles.
El Complejo Industrial de Repsol en Cartagena es uno de los principales motores económicos y de generación de empleo de la Región de Murcia. En sus instalaciones trabajan cerca de 900 personas con una elevada cualificación que desempeñan su trabajo en puestos muy especializados. Además del empleo directo, el Complejo Industrial genera, adicionalmente, 2.385 empleos indirectos y 871 inducidos. Su actividad supone el 70% del tráfico de mercancías del Puerto de Cartagena.
Resultados
Repsol obtuvo un beneficio neto de 3.168 millones de euros en 2023, un 25,5% menos que el ejercicio anterior, por los menores precios del crudo y el gas, que en 2022 se dispararon por el conflicto de Ucrania y elevaron a 4.251 millones de euros el resultado de la compañía, un 70,1% más que en 2021.
Según ha informado este jueves la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, descendió en 2023 un 26%, hasta los 5.011 millones de euros.
Por otro lado, Repsol ha anunciado que en 2024 abonará un dividendo en efectivo de 0,90 euros brutos por acción, casi un 30% más que en 2023, lanzará un nuevo programa de recompra de acciones propias por un máximo de 35 millones de títulos y propondrá a la junta de accionistas una reducción de capital de 40 millones de acciones, que ejecutará antes de finales de julio amortizando acciones propias.
El resultado bruto de explotación (ebitda) fue en 2023 de 9.254 millones de euros, un 33% menos, en un año en que el precio medio del barril de crudo Brent fue de 82,6 dólares (un 18,5% menos que en 2022) y el del gas Henry Hub de 2,7 dólares por Mbtu (medida para el gas).
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha dicho que 2023 ha sido un año extraordinario, alcanzado los 7.064 millones de euros de flujo de caja de las operaciones, la segunda mayor cifra en la historia de la compañía y eso en medio de un entorno "incierto y volátil".
También ha destacado que, a lo largo del año, Repsol ha distribuido en torno a 2.500 millones a sus accionistas.
Las inversiones de Repsol en 2023 fueron de 6.167 millones de euros, un 43% de ellos (más de 2.600 millones) a proyectos en la península Ibérica (España y Portugal) y un 30% a activos de generación renovable.
Repsol puso en marcha el año pasado 1.100 megavatios (MW) de potencia renovable, alcanzando los 2.800 MW de potencia instalada, principalmente en España.
Por su parte, las inversiones en el negocio Industrial, en el que están las refinerías, sumaron 1.161 millones de euros en 2023.
La producción media del negocio de Exploración y Producción en 2023 se situó en 599.000 barriles equivalentes de petróleo al día, tras un año de reorganización de la cartera para centrarla en regiones clave.
Por negocios, el resultado ajustado del de Exploración y Producción descendió un 41,3%, hasta los 1.779 millones de euros, y el del Industrial, un 15,6%, hasta los 2.734 millones; mientras que el de Cliente aumentó un 45,8%, hasta los 614 millones.
En el caso del de Generación Baja en Carbono, registró una caída del 47,9%, hasta los 75 millones de euros, por los menores precios y menores volúmenes en los ciclos combinados de generación eléctrica con gas respecto a los de 2022.
El negocio de Cliente finalizó 2023 con 2,2 millones de clientes de electricidad y gas, y los clientes digitales aumentaron hasta los 7,9 millones, gracias a los beneficios asociados a la aplicación Waylet, ha dicho Repsol.
Por otro lado, Repsol ha informado de que ha presentado iniciativas a las convocatorias para fondos europeos 'Next Generation' que suponen una inversión de más de 3.000 millones de euros en innovación tecnológica, descarbonización y economía circula.
La compañía ha asegurado que el buen desempeño de todas las líneas de negocio derivó en una generación de caja de 7.064 millones de euros que, junto con las desinversiones y la rotación de activos renovables llevadas a cabo, permitió cubrir el volumen de inversiones, reducir la deuda y aumentar la retribución al accionista.
La deuda neta de Repsol se situó en 2.096 millones de euros al finalizar diciembre, un 7% menos que el año anterior, lo que sitúa su nivel de apalancamiento financiero en el 6,7%.
Más de 10.000 millones de contribución fiscal en España
Repsol, que tiene recurrido el gravamen extraordinario a las compañías energéticas y que advirtió en octubre que su continuidad podría condicionar sus inversiones en España, ha indicado que en 2023 su contribución fiscal en el país se situó en 10.446 millones de euros y fue la mayor de todas las empresas del IBEX 35.
En cuanto a la remuneración al accionista, Repsol destinó el año pasado 2.461 millones a retribuir a sus más de 520.000 accionistas, que han percibido un dividendo en metálico de 0,7 euros por acción, un 11% más que en 2022.
Asimismo, Repsol continuó con sus programas de recompra de acciones, superando al cierre de 2023 los objetivos previstos en su plan estratégico 2021-2025, al que sustituirá el 2024-2027 que se presenta este martes.
Repsol reclama mismas condiciones que los de fuera para invertir en España
Josu Jon Imaz ha dicho este jueves que sus decisiones de inversión en España las tomarán sin prisa y ha añadido que poder competir en las mismas condiciones que sus competidores de fuera, no como ocurre ahora con el gravamen extraordinario, será fundamental para la toma de cualquier decisión.
Durante la rueda de prensa de presentación del Plan Estratégico para el periodo 2024-2027, Imaz se ha preguntado si hay alguien que puede "sostener con la mirada alta" que es social que no pague el impuesto aquel que no invierte un euro en España, produce el mismo tipo de tubo que puede hacer Repsol en Tarragona y lo importa por los puertos de Bilbao o Barcelona, como ocurre ahora.
Ha afirmado que el gravamen está discriminando al que invierte en España y crea en empleo industrial en el país, y favoreciendo, por el contrario, al que crea riqueza en otro país y no paga el impuesto.
"¿Ésto es social?, ¿ésto es sentido común?", ha preguntado Imaz, quien, no obstante, ha dicho que en las últimas semanas se están viendo "cosas diferentes".
Ha recordado que, primero, el 30 de noviembre la Comisión Europea (CE) dijo que ese tipo de impuestos extraordinarios no tenían sentido en el actual contexto, pues iban contra la seguridad del suministro y podían perjudicar el fuerte volumen de inversión que necesita el sector energético para su descarbonización.
Imaz también ha subrayado que hace unas semanas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que el gravamen debía reformularse y repensarse porque hay que fomentar la inversión en el sistema energético para hacerlo más renovable.
El consejero delegado de Repsol ha dicho que coincide con esas reflexiones y ha añadido que hay que favorecer y primar al que invierte en España y crea nuevos empleos, en lugar de "hacerle competir con las manos atadas" frente a los que importan sus productos y que llegan a través de los puertos españoles.
En cuanto al futuro del gravamen, que Repsol tiene recurrido, Imaz ha dicho que él no sabe qué va a pasar, si bien ha señalado que la petrolera tiene una batería de proyectos preparados, que son una "apuesta de mucho interés" para España y Repsol, por lo que espera que haya unas condiciones de regulación y fiscales que permitan a la compañía llevar esta inversión adelante, que "sería muy buena para el país".
No obstante, ha advertido de que si la compañía tiene unas "condiciones fiscales diferenciadas" a las de sus competidores de fuera no podrá competir y ha recordado que las inversiones se pueden hacer o no.
Respecto al futuro del gravamen, que el Gobierno se comprometió a modular en función de las inversiones verdes que hicieran las empresas que tienen que abonarlo, ha señalado que prefiere no anticipar cosas que no están en su mano, pero quiere pensar que las reflexiones de la CE y del presidente del Gobierno no van a caer "en saco roto".
En cuanto a las inversiones en España de Repsol, que tiene previsto en el periodo 2024-2027 destinar casi el 60% de los entre 16.000 y 19.000 millones de euros de inversiones netas totales a la península Ibérica, ha manifestado que no tienen prisa en la toma de decisiones, y que verán cuál es la estabilidad regulatoria y fiscal para tomarlas y lo harán "sin ninguna prisa".
Ha añadido que competir en las mismas condiciones que sus competidores europeos será fundamental para la toma de cualquier decisión.
Al mismo tiempo, ha manifestado que Repsol mantendrá los recursos que tiene presentados contra el gravamen extraordinario a las energéticas, que se comenzó a pagar el año pasado, ya que, además de discriminatorio, no es, bajo el punto de vista de la compañía, legal ni constitucional, y ha señalado que seguirán recurriendo cualquier impuesto que consideren discriminatorio.