Santander renueva la imagen de marca y reclama una regulación "más justa"
El Banco Santander ha presentado a sus accionistas una nueva imagen de marca, "más moderna y adecuada a los canales digitales y el móvil", que mantiene el color rojo y la característica llama.
El principal cambio es que ahora la marca Santander tiene una tipografía propia y "más estilizada", a juicio de su presidenta, Ana Botín, con las letras en un rojo más brillante y "más adaptado al entorno digital".
Además, se aumenta el uso del color blanco con la idea de aportar mayor visibilidad, transparencia y sencillez, ha añadido, y "conecta con los más jóvenes".
La actualización de la marca permite la convivencia durante un tiempo de la nueva marca y la antigua, de manera que el cambio será progresivo y se iniciará en el ámbito digital, ya sea webs, aplicaciones móviles, redes sociales y cajeros.
Asimismo, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha reclamado un marco regulatorio "mas justo" para la era digital que permita a los bancos innovar y ser competitivos, porque hoy en día la regulación es más exigente con la banca que con las grandes plataformas que hacen sus mismas actividades.
"Esto no puede ser así y debe cambiar", ha sentenciado durante su intervención en la junta general de accionistas, en la que ha considerado que dar un crédito o hacer un pago conlleva los mismos riesgos, lo ofrezca un banco u otra empresa.
En su opinión, la sociedad necesita bancos seguros pero con capacidad para innovar y poder ser competitivos.
Para lograr ese fin, Botín ha abogado por una regulación que garantice las mismas reglas para todos los que realizan la misma actividad, en línea con las tesis de otros grandes banqueros, entre ellos, el presidente de BBVA, Francisco González.
Aún así, la banquera ha presumido de que el banco se supo reinventar y se anticipó a la revolución digital que se avecinaba.
Ahora que el mundo ha cambiado, Botín tiene claro que para tener éxito en este nuevo entorno hay que poner el foco en la confianza del cliente y no basta con cumplir sus expectativas, sino que hay que superarlas.
El año pasado el banco aumentó los clientes vinculados hasta los 17 millones y los digitales hasta los 25 millones, pero aspira a seguir innovando y no sólo ser parte de la revolución digital, sino liderarla.
CONFIANZA DE LOS CLIENTES. La presidenta del Santander considera que los bancos necesitan hacer más todavía para ganarse y mantener la confianza de los clientes, y su idea para conseguirlo pasa por hacer una banca "responsable".
Para reforzar este compromiso, ha anunciado la creación de una comisión de banca responsable, sostenibilidad y cultura, cuya misión será supervisar que Santander gestiona su negocio de forma responsable y medirá cómo contribuye el banco al progreso de personas y empresas.
En el mundo digital, las ventas del grupo ya suponen una de cada tres y en España las transacciones en el móvil han aumentado un 330% en 2017, ha destacado.
Al tiempo el banco desarrolla nuevas plataformas globales y promete que seguirá invirtiendo para no ser el mejor banco comercial, sino la mejor y más responsable plataforma digital -y abierta- de servicios financieros.
Esto significa ofrecer nuevos productos y servicios y también los de terceros y estar abiertos a colaborar, aunque manteniendo el banco como el punto clave de la relación con los clientes, ha explicado.
La ambición de Botín es convertir el banco en una plataforma que conecta consumidores con negocios, negocios entre sí y que sea capaz de ofrecer a los clientes lo que quieren, "con toda la confianza que esperan de un banco y la rapidez e innovación de las start-up más dinámicas".