PROYECTO

70 familias de la Región impulsan en Yecla la primera planta fotovoltaica social de España

Empezará a funcionar este martes

La conexión de nuevos grupos de generación renovables es un paso más para ir reduciendo el peso de la factura de la luz en las economías familiares.

Este martes empezará a operar en el paraje de El Ardal (Yecla,) la primera instalación fotovoltaica social de España, cuya producción irá a mercado en el nuevo marco energético establecido por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030.

 

En un comunicado, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) ha señalado que esta instalación no dispone de ningún tipo de mecanismo de apoyo, puesto que ni siquiera ha participado en las subastas realizadas por el Estado, y su propiedad está repartida entre 70 familias de la Región de Murcia.

 

Esta iniciativa ciudadana se adelanta al marco que dará cabida a las denominadas comunidades energéticas locales (CEL), que están amparadas en la normativa europea y pendiente de su definitiva transposición al marco legal estatal.

 

De esta forma, las CEL permiten a las pymes y familias quedarse con los beneficios de dicha actividad, aunque los puntos de evacuación serán una barrera "casi insalvable" para estas comunidades locales.

 

La instalación, cuya superficie es de 4 hectáreas y conecta 2 MW al sistema, se asimila mejor al territorio y al paisaje, y su energía sirve para abastecer en proximidad, con lo que evita grandes infraestructuras para elevar en tensión y transportar la energía que produce, lo que evita costes que van a parar a la factura de la luz.

 

La ventaja en costes de las megaplantas no se trasladan al consumidor, aunque los costes en infraestructuras adicionales para el transporte y las pérdidas que se producen sí engrosan la factura de la luz.

 

En una coyuntura de precios altos, la conexión de nuevos grupos de generación renovables es un paso más para ir reduciendo el peso de la factura de la luz en las economías familiares y en las empresas consumidoras.

 

A medio plazo, conforme se vaya avanzando en las previsiones de incorporación de instalaciones de generación renovable, fotovoltaica y eólica fundamentalmente, el precio de la energía eléctrica caerá de manera contundente, lo que será un alivio para los consumidores y una ventaja competitiva para las empresas españolas.

 

Ese reflejo se puede atisbar en el precio de los futuros de la energía en Europa, donde se marcan para el 2030 unos precios de la electricidad en España en el entorno de los 30 €/MWh frente a precios de más del doble en países como Francia o Alemania.