Diferentes tipos de instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo
Las peticiones para llevar a cabo la instalación de placas solares para el autoconsumo aumentaron, al menos, un 29% en el primer trimestre del 2022, según varios estudios. Esto supone un incremento de hasta un 310% en comparación con los datos del 2019. Las encuestas, por otro lado, reflejan que uno de los motivos principales por los cuales los usuarios están optando por llevar a cabo la instalación de placas solares para el autoconsumo es el aumento progresivo en el precio de la luz. Por otro lado, la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) recalca la importancia que tienen estas instalaciones y explica que gracias a ellas se reduce de manera considerable el gasto por usuario. Además, matizan que existen varios tipos de instalaciones fotovoltaicas para el autoconsumo y que varían dependiendo de las necesidades del cliente.
Estas pueden estar conectadas a la red o aisladas, aunque también pueden clasificarse, según aclaran los expertos del sector, dependiendo de su función principal, como las que pueden verse en el portal referente en el país en la comercialización de placas solares de calidad Solarplak.es. Entre los diferentes tipos de instalaciones fotovoltaicas se encuentran las placas solares para viviendas aisladas, las placas solares para el autoconsumo, para depuradoras de piscina, para casas de campo, para caravanas, placas solares con conexión a la red o kits de bombeo solar directo, entre otras. La empresa aclara que las instalaciones solares fotovoltaicas tienen la propiedad de obtener una elevada cantidad de energía en función de los módulos (o cantidad de placas solares existentes).
Indican que tanto una instalación como otra contiene varios módulos con células solares que se conectan entre sí y añaden que “las placas solares fotovoltaicas tienen la propiedad de obtener muchísima más energía a través de módulos repetidos a lo largo de la placa solar. Estos pueden convertir la energía fotovoltaica en energía eléctrica”.
Tipos de instalaciones fotovoltaicas y sus características
Una instalación solar fotovoltaica para el autoconsumo es un sistema que permite aprovechar la energía generada para ser consumida por uno o varios usuarios específicos, con independencia de la energía que proviene de la red eléctrica general, aclaran los expertos. Las instalaciones fotovoltaicas para el autoconsumo, añaden, supone un importante ahorro en la factura de la luz ya que generan electricidad a través de los paneles solares y, en algunos casos, es posible lograr una independencia absoluta. Dependiendo del tipo de instalación, la dependencia de los usuarios a la red eléctrica general puede variar. La forma de clasificar los tipos de instalaciones fotovoltaicas es la siguiente: instalación fotovoltaica con conexión a la red e instalación fotovoltaica aislada.
Ambas son instalaciones para el autoconsumo, aunque con diferencias, señalan los profesionales. En el primero de los casos la vivienda autoconsume la energía que produce, pero también es necesario contratar un servicio con la empresa eléctrica. Es la más habitual en ciudades y en comunidades de vecinos, comentan los profesionales del sector. Esta tiene la ventaja de que los usuarios siempre contarán con energía a su disposición, en caso de que las placas solares no estén funcionando o su eficiencia disminuya –durante la noche o en los días con poca radiación solar–. En estos casos la instalación toma la energía de la red eléctrica general, describen. En el caso de las instalaciones aisladas, por otro lado, no existe conexión directa a la red –generalmente, porque el servicio no llega hasta la vivienda–. La instalación fotovoltaica para autoconsumo cuenta, en este caso, con varias baterías solares que son las que acumulan la energía que se produce a lo largo del día para poder hacer uso de ellas en caso de necesidad, por ejemplo, cuando oscurece. Es muy común que estas instalaciones se complementen, así mismo, con un generador eléctrico para hacer uso de él si fuera necesario.
Tanto una como otra instalación tiene sus pros y contras, señalan los expertos. En las instalaciones conectadas a la red se reduce la factura de la luz, pero no se elimina por completo. Ahora bien, la instalación resulta más económica debido a que no es necesario adquirir baterías, por otro lado, los excedentes de energía que no se acumulan pueden verterse a la red eléctrica general y obtener una compensación económica o un descuento en la factura de la luz por ello. Las instalaciones solares aisladas cuentan con la principal ventaja de que los usuarios no tienen que pagar ninguna factura de luz, además pueden generar electricidad en lugares donde la infraestructura eléctrica general no puede llegar.
¿Cómo son los paneles solares de las instalaciones fotovoltaicas?
Los paneles solares para instalaciones fotovoltaicas son muy diferentes entre sí, indican los profesionales. Estos pueden variar en función de la cantidad de células que poseen y de la potencia, pero también de los materiales con los cuales han sido fabricadas. En lo referente a las celdas, lo más habitual es encontrar placas solares con 60 celdas conectadas entre sí. Ahora bien, también existen instalaciones solares comerciales que utilizan paneles solares más grandes de 72 hasta 144 células o más. La célula de un panel solar es el corazón de los sistemas de generación de energías, describen los expertos. La potencia entre los paneles solares, por otro lado, suele oscilar entre los 250W y los 300W de energía, ahora bien, también pueden encontrarse paneles solares que llegan hasta los 500W o paneles que no superan los 150W. Por último, destaca el material de fabricación de las placas. Generalmente, las de mayor calidad están hechas de silicio. Este cristal conductor presente en cada célula que compone el módulo puede ser, así mismo, monocristalino y policristalino. El primero de ellos, aclaran los expertos en energía solar, se compone de un único cristal de silicio y resulta más eficiente que el policristalino, aunque su precio es más elevado debido al proceso de obtención y fabricación del componente. Las celdas policristalinas, por otro lado, se caracterizan porque contienen muchas partículas cristalizadas, el tono es azulado y su forma rectangular.