La inversión en renovables en los países emergentes se trunca por la covid
La inversión en energías limpias en los emergentes alcanzó el 50% del total en 2012 y desde ese año no ha parado de crecer hasta alcanzar el máximo en 2019, cuando acapararon el 58% de los 249.000 M$ (205.000 millones al cambio actual) invertidos en el mundo.
Los flujos de inversión en energías renovables han cambiado de tendencia en 2020 influidos por la pandemia de la covid-19 y durante el tercer trimestre del año, por primera vez desde 2016, se dirigieron de forma mayoritaria a los países desarrollados en vez de a los emergentes.
Según un informe de BloombergNEF (BNEF), el servicio de análisis de la agencia de información financiera Bloomberg, la covid-19 no es el único factor que explicaría este cambio, pero las restricciones de actividad relacionadas con la pandemia "parecen llevar a los inversores a detener y ralentizar" su apuesta por los mercados emergentes.
Aunque las cifras de 2020 no son definitivas, "está claro que los mercados emergentes están experimentando caídas pronunciadas en la inversión en energía limpia", y la fuerza y consistencia del descenso de los nueve primeros meses del año "sugieren que las cifras (de inversión en renovables) del año completo caerán bruscamente respecto a 2019", indica.
El informe Climatescope, que BNEF ha publicado esta semana, analiza la inversión en renovables en los países emergentes y en los desarrollados con datos de 2019, excepto los aspectos provisionales de 2020 mencionados.
La inversión en energías limpias en los emergentes alcanzó el 50% del total en 2012 y desde ese año no ha parado de crecer hasta alcanzar el máximo en 2019, cuando acapararon el 58% de los 249.000 M$ (205.000 millones al cambio actual) invertidos en el mundo.
En cuanto a la potencia, en los últimos diez años la capacidad instalada ha pasado de 2,3 terawatios (TW) en 2010 a 4,1 TW en 2019, lo que supone un crecimiento del 79%.
China e India se mantuvieron el año pasado como los mayores polos de atracción de inversiones. En el primer caso, la tendencia es a la baja desde 2017 por la supresión de las tarifas reguladas que estuvieron en vigor en los años precedentes, mientras que el Gobierno indio mantiene su política en energías renovables, la más ambiciosa del mundo y que tiene como objetivo llegar a 175 Gigawatios (GW) para 2022.
Pero en 2020 llegó la pandemia de la covid-19, que ha truncado el crecimiento global del sector y ha perjudicado especialmente a los emergentes, más golpeados por la enfermedad.
Al igual que en todo el mundo, los gobiernos de estos países han adoptado medidas de incremento del gasto para mantener sus economías a flote, lo que ha llevado a un empeoramiento de las perspectivas y ha desviado a los inversores extranjeros en energías renovables a buscar oportunidades más seguras en los países desarrollados.
La huida de estos mercados ha sido generalizada y no solo se ha observado en las renovables. Según los datos del Instituto for International Finance (IIF), entre enero y mediados de marzo de este año la salida de capitales superó los 100.000 M$ (82.000 M€), una cifra superior a la vista en la crisis financiera mundial de 2008.