Sánchez celebra haber bajado el precio de la luz respecto a 2019, pero España tiene el 5º recibo más caro de Europa
El recibo eléctrico español está por encima de la media continental y sólo lo superan Alemania, Dinamarca, Bélgica e Irlanda
A pesar de que el presidente Pedro Sánchez asegura que los españoles ("descontando la inflación"), pagan la luz más barata que en 2019, España se ha consolidado durante la crisis del coronavirus como el quinto país de Europa con la factura doméstica de luz más alta del Viejo Continente, por delante de la media de la Unión Europea (UE) y de los socios de la eurozona, sólo superado por Alemania, Dinamarca, Bélgica e Irlanda.
Según los datos de la oficina comunitaria de estadística Eurostat, los precios abonados por los consumidores domésticos de España con un consumo anual entre los 2.500 y los 5.000 kilovatios hora (kWh), incluyendo todos los impuestos, han venido rondando, de media, los 0,242 €/kWh desde 2020.
Sin considerar la inflación y tomando como base únicamente el último ejercicio, cuya recta final vino marcada por el encarecimiento del gas y, por ende, por la espiral alcista en el mercado mayorista de la electricidad, el precio para estos usuarios se aproximó a los 0,257 €/kWh en el conjunto del año.
Ello supone un 12,4% más que la media de los 27 países que componen la Unión Europea tras la salida de Reino Unido (0,229 euros/kWh), y un 7,15% más que la de los Estados de la zona de la moneda única (0,24 €/kWh).
No obstante, existen otros cinco países vecinos donde la factura de luz de los hogares también fue superior a la media el año pasado: Alemania (0,321 €/kWh); Dinamarca (0,317 €/kWh); Bélgica (0,285 €/kWh), e Irlanda (0,276 €/kWh).
Por debajo de la media anual de la eurozona se situaron, en cambio, Suecia (0,236 €/kWh), e Italia (0,231 €/kWh), mientras que Austria (0,225 €/kWh), Chipre (0,214 €/kWh) y Portugal (0,213 €/kWh), se quedaron por detrás del nivel de la UE. Inferiores aún fueron los precios en Francia, donde apenas se rozó los 0,2 €/kWh (en concreto, se quedó en 0,198 €/kWh).
El panorama en el país galo contrasta con la situación de estos días, donde el temporal de frío y el parón en la producción de sus centrales nucleares ha hecho repuntar el precio mayorista de la electricidad a máximos interdía de hasta 3.000 euros/megavatio hora (€/MWh).
EN ESPAÑA, UN 13,3% MÁS CARA QUE EN 2020
Los datos de Eurostat reflejan cómo las tensiones en los mercados y el contexto macroeconómico, condicionado por el repunte de la inflación a partir del último trimestre de 2021, han impactado en el acceso a la energía eléctrica. Así, España se situó, de nuevo, entre los países en los que más varió el precio de la luz para los consumidores domésticos, con el kWh un 13,3% más caro que en 2020, frente a la subida media del 7,1% en la UE, y del 5,8%, en la eurozona.
También notable fue la evolución en las facturas de los hogares del norte de Europa, por ejemplo, en Estonia y Letonia, donde el kWh se encareció de media respecto al año anterior un 29,1% (hasta los 0,163 €) y un 15,3% (hasta los 0,164 €), respectivamente, ante los máximos históricos del pasado diciembre a raíz de la fuerte demanda y los problemas de generación.
Aunque el alza más significativo se dio en Noruega, una de las grandes potencias europeas en energía renovable gracias a sus centrales hidroeléctricas, y segundo exportador de gas a Europa tras Rusia, al proporcionar entre el 20 y el 25% del gas de la UE.
Pese a ello, el precio medio superó en 2021 los 0,201 €/kWh, lo que supone un 50,6% más que los 0,133 €/kWh de los doce meses previos.
A raíz de los datos de Eurostat conocidos esta semana, fuentes del Gobierno han insistido en que, si se descuenta la inflación acumulada, el precio medio de la luz abonado por un hogar estándar en España en 2021 fue un 1% inferior a los 0,243 €/kWh de 2018, con lo que se cumple la promesa que el Ejecutivo hizo en su día en este sentido.