La consejería de Empresa destinará este año 340.000 euros en subvenciones para que empresas de inserción puedan contratar a personas vulnerables, mantener los puestos de trabajo de este colectivo y contratar a personal técnico y de acompañamiento.
La consejera Valle Miguélez visitó la Escuela de Hostelería y Empresa de Inserción Eh! de Cáritas y conoció la memoria 2020 de la Asociación de Empresas de Inserción de la Región de Murcia (Adeirmur), que cuenta con nueve empresas de inserción asociadas, entre las que se encuentra Cáritas.
La consejera destacó “el esfuerzo que se hace desde la consejería para fomentar que las personas en situación o en riesgo de exclusión social encuentren un empleo. Las empresas de inserción tienen un papel fundamental porque favorecen la empleabilidad de un colectivo que presenta muchas dificultades para acceder al mercado laboral, ya que el trabajo remunerado es uno de los instrumentos más eficaces de inclusión”.
La dirección general de Economía Social y Trabajo Autónomo ha mantenido encuentros de trabajo con Adeirmur para avanzar en la elaboración de las bases reguladoras de ayudas a estas empresas, que permiten percibir el 80% del salario mínimo interprofesional de sus trabajadores (10.080 €), si se trata de hombres, y hasta el 90% del salario mínimo interprofesional (11.340 €), si se contrata a mujeres.
Además, hay subvenciones para contratar personal de acompañamiento a las personas vulnerables, que a través de un itinerario de inserción personalizado realizan un seguimiento de éstas ayudándolas a integrarse en el mercado laboral o enseñándoles una profesión u oficio. Las ayudas están cofinanciadas por el Fondo Social Europeo.
La Escuela de Hostelería, eh!, es un medio de inserción laboral y social a través de la formación profesional en hostelería. Ofrece cafetería y restaurante y servicio de catering y comidas para llevar. En la actualidad, el proyecto cuenta con 72 alumnos y la próxima semana se incorporarán 24 más, en cursos de cocina, sala y auxiliar de carnicería y charcutería. Los cursos de formación incluyen prácticas obligatorias en empresas de hostelería para favorecer el acceso de los alumnos al mercado laboral. Desde su inicio, en 2017, han pasado por sus aulas 626 estudiantes, y el 59 por ciento (327 alumnos) han accedido a un empleo.
Las empresas de inserción son sociedades que facilitan el acceso a un puesto de trabajo a desempleados que pertenecen a colectivos como los perceptores de rentas mínimas, jóvenes procedentes de instituciones de protección de menores, personas con problemas de drogodependencia en rehabilitación, o internos de centros penitenciarios.