Ángel de la Fuente (Fedea) critica en Murcia la falta de "equidad" del concierto catalán
El director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, asegura que "con Cataluña no hay maltrato fiscal. Siempre ha estado en torno a la media de financiación por habitante ajustado a igual esfuerzo fiscal. Por el contrario, con el concierto catalán habría claros ganadores y perdedores en el Sistema de Financiación Autonómica (SFA) sin que los cambios en la distribución de recursos mejore la equidad del propio sistema".
Así lo ha expresado de manera taxativa en el análisis del SFA realizado en el transcurso de la celebración del Día del Economista en la Región de Murcia, ante más de 300 invitados de diversos ámbitos productivos y políticos. Donde además se ha recalcado que, según los análisis de Fedea, Murcia está a la cola en la financiación por habitante si se analiza ajustado a competencias homogéneas en el territorio de régimen común.
El decano del Colegio de Economistas, Ramón Madrid, como anfitrión de los actos conmemorativos, ha agradecido la claridad expositiva del director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, que desde 2014 está al frente de Fedea y cuyos informes cuentan con el respaldo técnico de una organización de gran prestigio en el mundo económico y con el marchamo de la independencia.
El consejero de Economía, Luis Alberto Marín, ha destacado el problema de la infrafinanciación que sufre esta comunidad autónoma y que recoge en su exposición técnica Ángel de la Fuente de manera clara.
Sistema foral
Para el el director ejecutivo de Fedea el cálculo actual de las haciendas forales existentes del País Vasco y Navarra es muy opaco y está muy sesgado a la baja. Deja a las regiones forales con una financiación por habitante ajustado en torno al doble de la del resto de las comunidades autónomas.
A juicio del experto, para que la negociación de ese pacto del Sistema de Financiación Autonómica no sea misión imposible, habría que delegarla en los principales partidos. A quince, no hay manera. El grado de nivelación y la fórmula de población ajustada exigirán un pacto político para lograr un SFA.
Hay soluciones
El Libro Blanco de 2017 contiene propuestas para el sistema de financiación autonómica (SFA) interesantes para construir una alternativa, incluyendo:
- Estructura simplificada del sistema que respetaría la ordinalidad
- Propuestas para revisar el cálculo de la población ajustada, que incluyen a medio plazo la posibilidad de incorporar correcciones por niveles de precios y de renta per cápita.
El máximo responsable de la Fundación de Estudios propone una reforma por etapas con el establecimiento de un fondo transitorio de nivelación para complementar la financiación de las CCAA que están por debajo de la media. Financiado con recursos estatales que luego se integrarán en el sistema.
También propone mejoras técnicas que ayuden a avanzar en responsabilidad fiscal y equidad:
- Revisión del sistema de retenciones y entregas a cuenta para que las medidas tributarias de las CCAA se trasladen con rapidez a los contribuyentes y a los ingresos de las propias comunidades autónomas.
- Mejora del cálculo de la recaudación normativa de los tributos cedidos tradicionales para que refleje mejor la capacidad fiscal real de cada territorio.
- Regular con claridad las escalas de referencia que se utilizan para el cálculo de la recaudación normativa y establecer mecanismos explícitos para su revisión.
Problemas del modelo actuales
Para Ángel de la Fuente, a día de hoy, tenemos un modelo que adolece de excesiva complejidad y falta de transparencia. Por tanto, facilita la demagogia victimista y la persistencia de inequidades poco visibles, con un reparto muy cuestionable de los recursos por territorios. “Todo el mundo se queja de insuficiencia de recursos, pero es imposible elaborar indicadores objetivos de necesidades absolutas. Necesitamos un cambio de enfoque: repartir instrumentos fiscales, no recursos, y que las CCAA puedan obtener más recursos pero dando la cara”, afirma el director ejecutivo.
Hay dos grandes cuestiones que exigen un pacto político:
1.- El reparto de herramientas tributarias entre el Estado y las CCAA.
2.- El grado de nivelación: Ha de ser necesariamente elevado para garantizar la cohesión territorial y social del país, pero podría aceptarse que no llegue al 100% si eso permite un acuerdo más amplio.
Lo que no sería admisible, según de la Fuente es un sistema de financiación a la carta, negociado de forma bilateral con algunas comunidades, que limite artificialmente la contribución de estas a la redistribución regional y a la financiación de los servicios comunes del Estado.
Esto supondría iniciar una deriva confederal que privaría al Estado de los recursos necesarios para ejercer con efectividad sus funciones esenciales, incluyendo la de garantizar la cohesión social y territorial.
Si el SFA se utiliza como moneda de cambio para conseguir acuerdos con partidos nacionalistas, el riesgo de algo así es elevado. Para evitarlo, podría ser aconsejable posponer la reforma.