ANÁLISIS

Año de elecciones: Murcia Diario analiza las debilidades y retos de la Región que deben asumir los partidos políticos (parte I: infraestructuras)

El aislamiento en materia de comunicaciones ha postergado sin duda durante décadas el desarrollo económico, turístico y empresarial de la Región.
La Región de Murcia es uno de los potenciales polos de desarrollo económico del levante español, sin embargo, determinadas debilidades la mantienen aislada en materia de comunicaciones, lo que quebranta su crecimiento económico, cuyo modelo necesita una profunda transformación. Murcia Diario confronta los retos pendientes de la Región a cuatro meses de las elecciones autonómicas.

El próximo mes de mayo los ciudadanos de la Región de Murcia tienen una cita con las urnas. Las elecciones autonómicas y municipales confrontarán la gestión de los gobiernos y los partidos políticos ante los problemas reales e históricos de los ciudadanos.

Murcia Diario quiere poner encima de la mesa algunos de estos problemas endémicos de la Región, con sus vulnerabilidades y debilidades, a los que deben dar respuesta las distintas fuerzas políticas que concurrirán a los comicios, tanto a los que hoy están en el gobierno como a los que están en la oposición.  

Nuestro periódico radiografiará en varios artículos los asuntos que más nos apremian, como el déficit en infraestructuras o la necesidad de un cambio en el productivo en nuestra región, reivindicaciones sociales y empresariales que aún tienen escrito en un post it la palabra pendiente y que han sido sistemáticamente recogidos en el Plan Estratégico 2014-2020, Plan IRIS 2020 o ahora el Plan Estratégico 2022-2027 porque siguen sin resolverse.

Arrancamos esta serie deteniéndonos en una primera parte que repasa las infraestructuras, especialmente las comunicaciones y el transporte, y donde queda de manifiesto el déficit de conectividad por falta de infraestructuras ferroviarias portuarias en relación con su potencial de tráfico, las carencias en determinadas conexiones exteriores de la red viaria de alta capacidad, deficiente la conexión ferroviaria con el Corredor Mediterráneo o los bajos niveles de pasajeros del aeropuerto de Corvera.

En este último apartado, el aeropuerto internacional de la Región de Murcia, gestionado por Aena, tiene una capacidad de 3 millones de pasajeros al año, aunque en 2019 el número de usuarios fue de 1.290.418, lejos del nivel alcanzado en 2007 cuando se registraron algo más de 2 millones de pasajeros.

Por tanto, se impone aumentar el número de conexiones aéreas y el número de destinos a los que conecta para facilitar la transformación del modelo turístico actual, propiciando un mayor peso del turista internacional.

Otra carencia es la escasa movilidad que ofrece a los turistas que llegan con diversos puntos de la costa, tipo servicios de microbuses directos, lanzaderas, a La Manga o playas del oeste de Cartagena hasta Mazarrón.

Entre las áreas prioritarias de actuación para 2023 se encuentran en materia de carreteras acometer inversiones en el Arco Noroeste de la ciudad de Murcia, las obras en la autovía A-33 entre el enlace a Yecla y la N-344, o la autovía del Reguerón. En definitiva, la red de autovías requiere de mejoras para completar la conexión con el Corredor Mediterráneo y con Andalucía.

Los propios empresarios creen que las cuentas de 2023 ofrecen un cierto espíritu continuista, con pocos proyectos novedosos, aspecto que constituye el principal punto débil ya que, por una parte, se posterga más de lo deseable la ejecución de algunos de los proyectos actualmente en proceso: el Arco Norte o la línea de Alta Velocidad Murcia-Almería, que no se completarán antes de 2026 y, además, observan falta de presupuesto suficiente para la llegada de la Alta Velocidad a Cartagena, el tercer carril de la A-7 y la ‘Autovía del Bancal’ (terminación de la RM- 15, entre Zeneta y Santomera), cuestiones que no pueden esperar más.
Sin olvidar las redes ferroviarias de mercancías TENT-T, desdoblamiento de vías o la electrificación de las mismas.

En cuanto a la llegada del AVE a la ciudad de Murcia hay poco que celebrar, ya que 22 años después el tren de alta velocidad llega con clara desventaja con ciudades vecinos como Alicante o Valencia y con frecuencias directas a Madrid distan mucho de satisfacer los intereses de esta región. Un despropósito en toda regla del que hay que responsabilizar a cinco presidentes regionales y quince consejeros de Fomento.

La asignatura pendiente  ferroviaria es una vieja aspiración y reivindicación: No es nueva, desde hace años,  partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales han caminado tímidamente juntos en esto.

Desde entidades como Ferrmed se ha venido realizando estudios e informes sobre la situación ferroviaria de la Región y han concluido que para que el transporte de mercancías sea competitivo por tren en la Región de Murcia hay que ejecutar un by pass ferroviario entre Monforte del Cid, en Alicante, y Murcia, paralelo a la A-7, que separe el tráfico logístico de los pasajeros. De lo contrario, el intenso tráfico de cercanías entre Murcia y Alicante generará un cuello de botella.

Ferrmed ha presentado un estudio en Bruselas sobre la optimización de este tráfico ferroviario que en su opinión, la Unión Europea necesita un “plan coherente” e invertir 100.000 millones de euros adicionales de aquí a 2030 para desdoblar líneas e impulsar el desarrollo de terminales que ayuden a absorber el tráfico.

Este aislamiento en materia de comunicaciones ha postergado sin duda durante décadas el desarrollo económico, turístico y empresarial de la Región. Un grito en el aire que no ha tenido respuesta, ni calendario de compromisos ni de inversiones por las distintas formaciones políticas que han dado 'una patada adelante' a estas carencias, seguramente, fruto del escaso peso político de la Región en el centro de la toma de decisiones, Madrid.

En la siguiente entrega haremos una radiografía al actual modelo productivo, nos detendremos en las debilidades de este modelo y sabemos que posiciones ocupa la Región en materias como la competitividad, la educación, el turismo, el tejido económico, entre otros.