BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA

CROEM achaca la deseleración económica a la actual incertidumbre política

Duda de que la política presupuestaria vaya a contribuir a revitalizar la economía regional

La patronal murciana CROEM advierte que la Región de Murcia cerró 2018 con un crecimiento económico robusto, aunque con evidentes signos de desaceleración respecto a las anualidades precedentes, según se desprende de su Boletín de Coyuntura Económica de marzo.

 

Para los empresarios las perspectivas para 2019 aparecen condicionadas por el aumento de la incertidumbre asociada a los múltiples procesos electorales, la crisis política en Cataluña, y la progresiva materialización de las negociaciones del Brexit, que unidas a la escasez de recursos hídricos y a su falta de soluciones, deberían ejercer presión bajista sobre el crecimiento del PIB, que –con información todavía muy parcial- se moderaría hasta situarse en un rango de entre el 2,3% y el 2,6%.

 

En 2019 se espera una profundización de esta dinámica, qué se traducirá en una moderación adicional del crecimiento económico. La misma se podría ver agravada por unas políticas económicas nacionales equivocadas, que intensificarían los riesgos existentes. En efecto, las distintas políticas presupuestarias no ejercerán durante 2019 el efecto contracíclico que de ellas cabría esperar. En primer lugar, la no aprobación de los Presupuestos Generales del Estado deja en la cuneta el aumento del 10% en las inversiones previstas en la Región de Murcia, y añade incertidumbre a diversos proyectos que se encuentran en trámite de licitación. Sin olvidar la permanente infrafinanciación que padece nuestra comunidad autónoma.

 

En consecuencia, en 2019 ni la paralización institucional asociada a la vorágine electoral de los próximos meses ni la política presupuestaria contribuirán a revitalizar la economía regional. De hecho, ocurrirá justo lo contrario: en un momento de clara estabilización de la demanda interna y de menor dinamismo exportador, se restará capacidad de reacción ante posibles riesgos externos, como los derivados fundamentalmente del Brexit.