CROEM apunta que la disminución de la inflación "se debe a un efecto de base"
La inflación de la Región de Murcia profundizó durante junio en la senda de moderación que venía mostrando en los últimos meses, favorecida por un efecto de base. En particular, el Índice de Precios de Consumo (IPC) alcanzó una variación interanual del 1,8%. Aunque se trata de una tasa similar a la nacional (1,9%), supone un importante descenso respecto a mayo (-1,3 puntos). De hecho, es la cifra más baja desde marzo de 2021, y la primera vez desde entonces que cae por debajo del 2%.
En esta evolución tuvieron un cierto protagonismo algunos grupos con caídas significativas: gastos asociados a Vivienda (-12,7%, frente al -11,1% de mayo, donde destaca el abaratamiento del 31,8% en Electricidad), Transportes (-8,5%, frente al -4,2% anterior, favorecido por el -19,6% de Carburantes), y Vestido y calzado (-3,6%). En cambio, se siguen detectando presiones inflacionistas en Alimentos y bebidas no alcohólicas (que registra un +10,0% pese a su moderación respecto a meses anteriores), Bebidas alcohólicas y tabaco (+9,3%), y Hoteles, cafés y restaurantes (+6,3%). En consecuencia, al igual que en el mes anterior, se mantiene una dispersión de más de veinte puntos entre los grupos de mayor y menor variación anual, si bien es cierto que la mayoría de ellos presentan una tasa más baja que en mayo (8 de 12).
En todo caso, si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles como alimentos no elaborados y energía, se tiene que la denominada inflación subyacente se mantuvo elevada (5,9%), en niveles similares a los nacionales (5,9%) y a los de un mes antes (6,0%).
En conclusión, en junio se aprecia una nueva moderación de la inflación, debido a la relajación que experimentan la mayor parte de grupos que forman parte del IPC. Ahora bien, buena parte de la disminución actual se debe a un efecto de base, consecuencia de realizar la comparativa con un periodo (verano de 2022) en el que la inflación alcanzó su máximo de las últimas décadas. En este sentido, aunque a corto plazo el escenario es de estabilización de la inflación, genera cierta inquietud la persistencia en niveles elevados del componente subyacente, y la identificación de algunos riesgos alcistas que podrían manifestarse en el tramo final del año.