VALORACIONES

La vuelta del IVA a los productos básicos y los precios energéticos marcarán la evolución del IPC según los empresarios

Cesta de la compra. (Archivo)
El aumento de precios se modera en septiembre hasta el 1,1% en la Región de Murcia y el 1,5% España, donde se alcanza la inflación más baja desde comienzos de 2021.
 

La inflación experimentó una importante moderación en la Región de Murcia durante el mes de septiembre. En concreto, la variación interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 1,1%, la segunda más baja entre las distintas autonomías, frente al 1,5% nacional, y el 2% del mes de agosto.

Esta evolución ha sido posible gracias, principalmente, a la contribución de dos grupos. En primer lugar, el transporte, que registra una intensa caída del 4,0% respecto  al mismo mes de 2023 (frente al -1,2% alcanzado en agosto) debido al abaratamiento de carburantes y combustibles (-13,1%, cuando un mes antes se situaba en -7,4%). En segundo, los alimentos, cuyos precios aumentan en promedio un 0,9%, una tasa inferior en 1,6 puntos a la de agosto y la más baja desde junio de 2021. Asimismo, resultan más bajos que hace un año los precios de vestido y calzado (-0,4%), menaje (-0,3%), y comunicaciones (-0,3%). Por otra parte, los gastos asociados a vivienda aumentan cerca de un 4% pese a experimentar una ligera desaceleración (3,9% desde el 4,3% de agosto, con los gastos de electricidad y gas repuntando un 3,9%). También persisten ciertas presiones inflacionistas en enseñanza (4,5%), hostelería (3,6%), medicina (3,5%), y bebidas alcohólicas y tabaco (3,0%).

Si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles, como alimentos no elaborados y energía, se aprecia que la denominada inflación subyacente también sigue una senda descendente, aunque no tan pronunciada, pues alcanza el 2,2%, tres décimas menos que la mensualidad anterior, y dos décimas menos que la nacional.

En definitiva, la inflación en el mes de septiembre se encuentra en valores moderados, no vistos desde febrero de 2021. Aun así, es crucial el mantenimiento de niveles similares en los próximos meses, para evitar una erosión adicional de la competitividad empresarial y del poder adquisitivo de consumidores. Respecto a la evolución futura, las principales fuentes de incertidumbre preceden del impacto que pueda tener, por una parte, la progresiva vuelta a la normalidad del IVA de los productos básicos -tras varios meses de bonificación-. Y, por otra, la elevada volatilidad de los precios energéticos.