El índice de competitividad regional se sitúa por debajo de la media nacional
El Consejo Económico y Social de la Región de Murcia ha presentado este martes, dentro de la Colección Cuadernos, el informe que ha encargado titulado “La competitividad de la Región de Murcia. Un análisis a partir del Índice de Competitividad Regional (ICREG)”. Dicho informe se ha realizado en el marco del convenio de colaboración que el Consejo Económico y Social tiene suscrito con el Colegio de Economistas, cuyo objetivo primordial es el estudio de la competitividad regional y, en particular, la referida a la Región de Murcia.
La presentación ha corrido a cargo de José Antonio Cobacho, presidente del CES., Ramón Madrid, decano del Colegio de Economistas, y José Carlos Sánchez de la Vega, director del estudio.
A partir de los resultados obtenidos de la estimación del Índice de Competitividad Regional (ICREG), este Cuaderno trata de encontrar las causas o factores que determinan la situación actual, posición relativa y dinámica de la competitividad estructural de la Región de Murcia, entendida esta como la capacidad de proporcionar un entorno favorable para el desempeño de actividades económicas, a través de factores propios o mediante la consecución o ampliación de otros, teniendo como fin último la mejora del bienestar de la población.
En una primera aproximación, el análisis comparado del perfil competitivo de la Región de Murcia muestra la existencia de debilidades persistentes en el tiempo que requieren de una decidida actuación política con intervención en distintos ámbitos. A ello se unen importantes desafíos globales referidos a aspectos tales como la forma en que las empresas y los gobiernos afrontan los profundos cambios tecnológicos, la incorporación a la sociedad del conocimiento y la transformación digital, los retos demográficos, un crecimiento económico que procure la integración social y sea compatible con el medio ambiente, la planificación y ordenación de los recursos hídricos y energéticos o los déficits en la gobernanza y en la transparencia, entre otros.
De forma más concreta, los resultados del ICREG en la Región de Murcia permiten apuntar algunas evidencias de interés:
1) El nivel del ICREG regional se sitúa sistemáticamente por debajo del promedio nacional.
2) En el último año disponible, el valor agregado del ICREG de la Región de Murcia se sitúa en un 75% de la media española.
3) La Región de Murcia ocupa el 12º lugar en el ranking de las CCAA y se clasifica en el nivel competitivo relativo medio-bajo, junto a las comunidades de Castilla y León, Principado de Asturias, Cantabria, Galicia y Comunidad Valenciana. Igualmente, los niveles competitivos bajo y medio-bajo son los predominantes por ejes.
4) A lo largo del periodo 2008-2017, el valor del ICREG regional converge hacia la media nacional, si bien en el último bienio se constata un freno en dicho comportamiento.
5) El dinamismo más intenso se observa en Capital humano, Innovación, Eficiencia empresarial y Entorno económico. Mercado, Infraestructuras básicas y Entorno institucional son los ejes que no consiguen recuperar los niveles previos a la crisis (2008).
Los autores del informe señalan que la mejora de la competitividad debe fundamentarse sobre la base de estrategias que favorezcan el objetivo de una Región:
-Más tecnológica y emprendedora.
-Más abierta.
-Más inteligente y sostenible.
-Más solidaria e igualitaria.
-Más transparente.
-Más comunicada.
De forma más concreta, dentro del entorno económico se demanda un impulso adicional y renovado a aquellos sectores con mayor aportación de valor añadido y que presenten una alta demanda en los mercados, intensificándose igualmente los esfuerzos por mejorar la eficiencia productiva de aquellos sectores que tienen tradicionalmente un peso muy significativo en la región.
En relación al mercado de trabajo, se considera preciso actuar especialmente en el aumento de la tasa de ocupación femenina, desarrollando actuaciones que faciliten la conciliación de la vida familiar y laboral. También se plantea la necesidad de profundizar en la mejora de las condiciones de trabajo, reduciendo la temporalidad y el empleo involuntario a tiempo parcial, entre otras cuestiones.
Entre las facetas claramente mejorables en el ámbito del capital humano, se menciona la necesidad de aumentar el protagonismo y la capacidad de atracción de la Formación Profesional, implicando más al tejido empresarial en su desarrollo y en la consolidación de la formación dual. Igualmente, se debe apostar por una educación coordinada con el sistema productivo que forme a las personas en un contexto global de adaptación e integración a la digitalización y las nuevas tecnologías, incidir en la mejora de las tasas de abandono temprano del sistema educativo y potenciar la formación de los trabajadores ante los profundos cambios en el mercado de trabajo.
En relación al entorno institucional, puesto que una parte significativa de las carencias detectadas tienen su origen en las desigualdades inherentes al actual Sistema de Financiación Autonómica (SFA), desde la Región de Murcia debe seguirse demandando la reforma de dicho sistema, sobre la base del consenso entre todos los agentes políticos y sociales. No obstante, se considera que debe hacerse también un mayor esfuerzo por mejorar la eficiencia en el gasto público, así como promover la digitalización de las AAPP para avanzar en la administración electrónica, mejorar y simplificar los procesos administrativos, facilitando de esta manera la apertura de negocios y el emprendimiento.
En términos de infraestructuras básicas es preciso redoblar los esfuerzos por parte de las AAPP en materia de
inversiones (por ejemplo, en las infraestructuras ligadas al Corredor Mediterráneo o en la modernización de la red de cercanías), así como mejorar los incentivos a la inversión privada. La mejora de la conectividad de una región periférica como la nuestra es un factor indispensable para atraer inversiones e impulsar proyectos de desarrollo.
En relación a los factores ligados a la eficiencia empresarial, se considera particularmente importante reforzar la internacionalización de las empresas murcianas, considerando esta como una cuestión estructural que no se presente como una solución coyuntural en periodos de crisis económica. Por ello, es oportuno consolidar la presencia estable en los mercados internacionales y abrir nuevos mercados, más allá de los tradicionales destinos de las exportaciones murcianas.
En el ámbito de la PYME, debe intensificarse la adaptación a las nuevas tecnologías, participando en la transformación digital y adecuándose a los nuevos modelos de organización empresarial y de relaciones laborales. Es igualmente indispensable promover el incremento en el tamaño medio de las empresas murcianas.
Finalmente, en el ámbito de la innovación, se considera imprescindible incrementar el esfuerzo investigador de las AAPP, reforzar e incentivar el papel que las empresas juegan en la investigación, así como fomentar la colaboración público-privada y la transferencia tecnológica entre empresas, universidades y otros centros de investigación. En este objetivo podría jugar un papel importante el diseño de un programa público por la innovación con financiación público-privada.