Los empresarios abogan por dar mayor estabilidad a los costes energéticos para contener la inflación
El IPC repuntó al 3,8% en la Región en mayo, evolución propiciada principalmente por el componente energético, como ya adelantaron meses atrás desde CROEM.
La inflación experimentó un repunte en la Región de Murcia durante el mes de mayo. En concreto, la variación interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 3,8%, dos décimas por encima de la media nacional. La tasa señalada, además, resulta superior en seis décimas a la de abril, lo que sitúa a Murcia como la comunidad autónoma con mayor aceleración de la inflación, junto a Navarra, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Atendiendo al comportamiento de los distintos grupos que conforman la cesta de la compra, las mayores presiones inflacionistas se dieron en gastos asociados a Vivienda (+5,9%), debido al intenso repunte de Electricidad, gas y otros combustibles (10,3%, desde el 7,0% de abril); Hoteles, cafés y restaurantes (5,5%); Transporte (+4,7%) por el importante incremento en carburantes (subida del 5,7% frente al 3,3% de abril); Alimentos y bebidas sin alcohol (+4,2%); y Bebidas alcohólicas y tabaco (4,1%). En todo caso, los precios aumentaron por encima del 2% en todos los grupos salvo en Menaje y Comunicación (-0,5% y -0,3% respectivamente).
Si no se tienen en cuenta los elementos más volátiles, como alimentos no elaborados y energía, se aprecia que la denominada inflación subyacente también se incrementó, hasta el 3,3%, tres décimas por encima de la nacional y de la alcanzada el mes anterior.
En definitiva, la inflación experimentó un repunte durante el mes de mayo en España y en la Región de Murcia, aunque con mayor intensidad en este último caso. Esta evolución ha estado propiciada principalmente por el componente energético, uno de los factores que CROEM había identificado en meses anteriores como posible fuente de volatilidad de los precios. En este sentido, se precisaría reforzar los mecanismos que den mayor estabilidad a los costes energéticos, lo que permitiría mejorar la competitividad empresarial y la capacidad de planificación. Más aún, en un contexto de incertidumbre sobre el impacto final que pueda tener la última bajada de tipos realizada por el Banco Central Europeo.