La CROEM constata la fortaleza de la economía murciana, a pesar de algunos signos de desacelaración
La fortaleza del crecimiento económico no ha cesado en la Región de Murcia durante el primer trimestre de 2018, tal y como ha constatado CROEM, si bien, según la organización, comienzan a apreciarse ligeros síntomas de desaceleración en el mercado laboral, en el avance del tejido empresarial y en ciertas ramas de actividad como el comercio.
Por tanto, según la Patronal, van tomando forma las previsiones realizadas, que en el medio plazo apuntan a un crecimiento todavía positivo y vigoroso, pero con tasas más contenidas que las inusualmente elevadas alcanzadas en el pasado reciente. La materialización de este escenario se irá produciendo a medida que vayan cesando los vientos de cola externos que habían impulsado hasta el momento el desempeño económico nacional y regional, entre los que destacan una política monetaria laxa, un tipo de cambio favorable, una cotización del petróleo reducida en términos relativos, la flexibilidad europea con el objetivo de déficit que ha permitido una política fiscal expansiva, y las tensiones geopolíticas en ciertos destinos que han beneficiado la recepción de turistas internacionales. Al tiempo, tal y como destaca CROEM surgen inesperadas amenazas, como al auge de populismos o la posibilidad de que algunos actores relevantes adopten medidas comerciales proteccionistas que distorsionarían el comercio internacional.
En consecuencia, es momento de hacer valer las fortalezas internas de la economía murciana, y de adoptar las medidas necesarias para contrarrestar las debilidades, según la organización empresarial. Por ejemplo, las recientes lluvias han ofrecido un alivio temporal a la complicada situación agraria regional, pero se sigue echando en falta un Plan Nacional del Agua que resuelva de manera definitiva el déficit estructural de la cuenca de Segura. La industria necesita una apuesta decidida por aquellas ramas de mayor valor añadido mientras en la actividad turística y hostelera será necesario encontrar una solución que compatibilice satisfactoriamente los intereses económicos y sociales.
Por su parte, el sector de la construcción, en palabras de la Patronal, necesita que se agilicen aquellos proyectos estratégicos para la economía regional -como se expone en el recuadro de este boletín dedicado al análisis de los Presupuestos del Estado-. La llegada de la Alta Velocidad a la capital, el desarrollo completo de la Autovía del Altiplano o los Arcos Norte y Noroeste no admiten más demoras. Igual ocurre con el Sistema de Financiación Autonómica, en el que –como ha remarcado recientemente el Consejero murciano de Hacienda- deben dejarse de lado las vaguedades e inconcreciones, y plantear la desaparición del statu quo que beneficia solo a algunas regiones, abogar por la equiparación de la financiación por habitante y la restructuración de la deuda de las autonomías infra financiadas. Afrontar los retos señalados resultaría un poco menos complicado en un entorno presidido por una deseable estabilidad institucional que facilite los acuerdos.