Las empresas familiares mejoran resultados, pero ya notan la incertidumbre económica
El porcentaje de mujeres al frente de estas empresas llega al 24%, nueve puntos más que en 2016
Las empresas familiares de la Región de Murcia han continuado mejorando sus resultados durante 2019, pero advierten un cambio de tendencia provocado, fundamentalmente, por el contexto político y económico nacional e internacional. Así lo refleja el barómetro que elaboran la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum Universidad de Murcia-Universidad Politécnica de Cartagena, con la colaboración de Bankia, y la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur) y que mide la actividad de un colectivo que representa más del 92% del tejido empresarial.
El Índice de Confianza Empresarial de las empresas familiares de la Región de Murcia ha descendido 9,3 puntos respecto a 2018, quedando en un 12,9 en 2019, aunque estas mercantiles, que representan el 92 por ciento del tejido empresarial, ha mejorado sus resultados respecto al año pasado.
El director de la Cátedra Empresa Familiar, Ángel Meroño, ha detallado en la presentación del decimonoveno barómetro de la Empresa Familiar de la Región de Murcia que la diferencia entre las expectativas de estas mercantiles, que son inferiores, y los resultados reales de sus empresas, que son mejores, obedece a la situación de incertidumbre económica y política.
Por su parte, el director general de la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur), José María Tortosa, ha apuntado que la inestabilidad y la incertidumbre se empieza a reflejar en las mercantiles a pesar de haber mejorado los resultados en 2019 en un escenario de "desaceleración sincronizada", según las conclusiones del barómetro.
En este sentido, el barómetro realizado por las universidades públicas de la Región indica que, mientras que la expectativa de los 142 empresarios familiares sobre la economía nacional, regional o del sector cae un 55,9%, un 54,5% y un 41,4%, respectivamente, cree que la situación económica de su empresa mejorará en un 1%.
Así, la previsión es que todos los indicadores de las empresas familiares mejoren en 2020: cifra de negocios (0,9%); número de trabajadores (1,8%); precio de venta (8,2%); inversiones realizadas (0,9%) y exportaciones (10%).
El incremento de las barreras arancelarias, los conflictos geopolíticos internacionales y la incertidumbre política nacional llevan a las empresas familiares a prever que la situación económica empeorará el próximo año, a pesar de que todas las variables de actividad mantienen en 2019 en saldos positivos.
Así, el 53% de las empresas mejoró su facturación y el 37% incrementó su plantilla, a la vez que el Índice de Confianza descendía 9 puntos, lo que se reflejó, principalmente, en una desaceleración en las inversiones realizadas, aunque ambos indicadores siguen en cifras positivas.
En cuanto a las dificultades experimentadas durante 2019, el 52% de las empresas señalan la presión competitiva. Le sigue en importancia la debilidad de la demanda (49%), que ha aumentado 15 puntos, los aspectos legales (38%) y la escasez de personal cualificado (35%), que crece claramente frente a estudios anteriores.
Preguntadas sobre los sistemas de gobierno, el 18% de las compañías se plantea transmitir la empresa a la siguiente generación, cifra que crece 5 puntos respecto al año pasado. La intención de vender la empresa desciende 3 puntos hasta el 7%, siendo más importante en empresas a partir de la tercera generación (14%).
Por último, la opción de cerrar sube 2 puntos hasta el 3% y, en el caso de las empresas en primera generación, sube hasta el 9%. La incorporación de externos a la dirección o a la propiedad baja 6 puntos. hasta el 9%. y se produce exclusivamente en empresas a partir de la segunda generación.
Finalmente, el porcentaje de mujeres al frente de estas empresas llega al 24%, nueve puntos más que en 2016, estando por encima de la media en los sectores servicios (48,1%) y comercio (25,9%), mientras que se sitúa por debajo en la industria (18,5%) y la construcción (7,4%).