2022, un mal año para la agricultura regional
La organización profesional agraria Asaja Murcia ha calificado el año 2022 de "muy difícil y complicado" para el campo murciano por la subida de los costes de producción, la "apatía en los mercados", la bajada en el consumo de productos hortofrutícolas en los mercados internacionales y la "abolición" del trasvase Tajo-Segura por el Gobierno de España.
En un comunicado, el secretario general de la organización agraria, Alfonso Gálvez, afirma que el pasado año las producciones agroalimentarias murcianas se han enfocaron al mercado europeo y, fundamentalmente, a las grandes cadenas de distribución, y "es necesario apostar por la diversificación comercial, apostando por nuevos mercados como Estados Unidos, Canadá, Asia y Emiratos Árabes”.
Al mismo tiempo, ha opinado que 2022 pasará a la historia por las grandes asignaturas pendientes que sigue teniendo el campo murciano, como son "la unidad y organización del sector, nula concentración de la oferta, inexistencia de uniones empresariales con empresas de otros países, ínfimo nivel de marketing y comunicación, y escasos niveles de investigación y desarrollo", entre otros.
Asimismo, Gálvez Caravaca ha señalado que “nuestro gran caballo de batalla sigue siendo el agua, necesitamos reforzar protegiendo el trasvase Tajo-Segura y trabajar para conseguir tener disponibilidad de agua, y no depende del agua desalada, cuyo coste económico es muy alto y no es viable, para los agricultores y ganaderos murcianos”.
En sentido contrario ha resaltado como logros de su organización la aprobación de ayudas directas para paliar los efectos de la guerra de Ucrania, y otras para compensar el incremento de los costes de los agricultores por el uso de los productos fertilizantes; reducción de módulos del IRPF y de la factura del gasóleo, y flexibilización de las tarifas eléctricas en el sistema regulador de la Política Agrícola Común, entre otras mejoras.