La CARM pide que la nueva política europea atienda a la rentabilidad del sector agrario
El Gobierno regional espera que en la nueva etapa de la política comunitaria se reduzca la burocracia, atienda a la rentabilidad económica y social y que “haga más fácil el día a día de los agricultores y ganaderos”. Así, lo planteó la consejera de Agricultura, Sara Rubira, esta tarde en el Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios, presidido por el ministro de Agricultura, Luis Planas, donde destacó que “estamos ante un semestre crucial, ya que se inicia un nuevo ciclo de liderazgo europeo”.
Este primer semestre la Región de Murcia asume la representación de las comunidades autónomas españolas y ya asiste los grupos de trabajo del Consejo en su área de Agricultura. Además, se ha presentado el equipo de coordinación a las comunidades autónomas y “esperamos hacer un buen trabajo en defensa de los intereses de nuestro país”, afirmó la consejera.
En el inicio de la presidencia polaca, explicó, “las prioridades se centran en las, tan reclamadas, medidas necesarias para mejorar la competitividad del sector agrícola y aumentar su resiliencia ante la crisis, por lo que esperamos que puedan cumplirse los objetivos marcados”. Añadió que “entre las prioridades echamos en falta el Reglamento sobre uso sostenible de fitosanitarios, por lo que esperamos que el Gobierno de España defienda la reformulación necesaria”.
Respecto a la Política Agraria Común, “coincidimos en la necesidad de continuar con su simplificación, y consideramos que debe contar con mayor financiación, de manera que se pueda atender a todos los requisitos que emanan de las diferentes propuestas legislativas y a la singularidad de las diferentes regiones comunitarias”, precisó.
Defensa de los productos nacionales
Sobre el acuerdo entre la UE y Mercosur, la consejera destacó que “aunque desde Bruselas se envían mensajes tranquilizadores, lo cierto es que no se conocen los detalles del documento, por lo que está causando inquietud entre nuestros productores y se les debe garantizar que sus productos no se verán perjudicados”.
En esta línea, solicitó “que se escuche a los agricultores y ganaderos y se proteja al producto local frente al de terceros países, además de reciprocidad en el cumplimiento de las condiciones y garantías sanitarias, muy exigentes en nuestro país y en la Unión Europea”.
A ello añadió que “se refuerce el control en frontera sobre las producciones importadas para evitar la entrada de plagas y enfermedades, así como de productos que no cumplan los estándares europeos y la flexibilización de las exigencias ambientales del Pacto Verde Europeo”.