La Comunidad y el Centro Tecnológico Nacional de la conserva impulsan la investigación agroalimentaria
La colaboración de la Comunidad con el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva propicia un impulso de la investigación industrial agroalimentaria, que se traduce en el desarrollo de proyectos con alta capacidad de transferencia tecnológica que responden a las necesidades reales de las empresas.
Así lo ha explicado el consejero de Empleo, Universidades y Empresa, Juan Hernández, durante una visita a los laboratorios del centro en Molina de Segura, donde se desarrollan proyectos centrados en la seguridad y la salud alimentaria, así como en el diseño de nuevos alimentos funcionales, directamente vinculados con las necesidades de las empresas del sector agroalimentario.
Asimismo, el consejero firmó con el presidente del Centro, José García, una adenda al convenio suscrito entre el organismo y la Fundación Séneca, para el desarrollo de una nueva línea de investigación dirigida a aplicar nuevas técnicas limpias y respetuosas con el medio ambiente para eliminar contaminantes de las aguas depuradas que son resistentes a su eliminación por las vías tradicionales
COLABORACIÓN. Hernández destacó que la Fundación Séneca y el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación colaboran desde hace 15 años en la ejecución de un programa que está permitiendo el desarrollo de proyectos en I+D e innovación en el sector agroalimentario, con una gran capacidad de transferencia directa a las empresas de este sector, y “han impulsado la investigación industrial para el sector agroalimentario con la concesión de 39 becas y una aportación del centro de 700.000 euros, financiada a través de la colaboración de empresas asociadas al centro tecnológico”.
“La investigación esté orientada a la inmediata aplicación en dichas empresas”, explicó el consejero. Entre las empresas que se beneficiarán de los resultados de la nueva línea de investigación se encuentran Hidrogea, Hidrotec, Regenera Levante o Esamur.
El convenio ha posibilitado varios proyectos como el desarrollo de nuevos métodos microbiológicos para determinar patógenos en alimentos, eliminación de multirresiduos de plaguicidas, validación de micotoxinas en especias y frutos secos y el diseño de nuevos alimentos funcionales.
El titular de Empleo, Universidades y Empresa destacó los principales logros de esta colaboración, “el conocimiento innovador al servicio de las empresas asociadas, la transferencia inmediata en aspectos como las nuevas técnicas para la eliminación de residuos de plaguicidas en alimentos de origen vegetal o el diseño y fabricación de nuevos alimentos funcionales”.
Hernández reconoció que “contamos con grandes profesionales e investigadores que trabajan en proyectos con alta capacidad de transferencia al sector agroalimentario, que responden a las necesidades y demandas que éste plantea”. Aseguró que “la investigación es un eje central para el crecimiento económico y social de la Región, y el Gobierno regional apuesta por una nueva generación de investigadores que ha de asumir los retos complejos que plantean una sociedad y una economía del conocimiento”. Al respecto añadió que “apoyar, facilitar el desarrollo y explorar el potencial de innovación de estos proyectos de alta calidad científica es fundamental para aportar ideas nuevas que puedan convertirse en transferencia del conocimiento, competitividad, productividad y generación de empleo de calidad”.
CIFRAS. El Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación cuenta entre los miembros de su plantilla con seis doctores y 13 titulados superiores y trabaja con 111 empresas asociadas y 345 empresas cliente. Hasta finales del año pasado el volumen de actividad del centro se traducía en el desarrollo de 26 proyectos I+D propios y 29 proyectos I+D+i contratados.
Por otro lado, dentro del sector de la conserva en la Región, entre enero y junio de este año, 573 empresas exportaron por valor de 503,91 millones de euros. De ellos, 194,39 millones corresponderían a las conservas hortofrutícolas, 84,40 millones a las conservas vegetales, 86,32 a las de frutas, 23,63 a las confituras y mermeladas y 115 millones a zumos.