La Fundación Ingenio abre sede en Madrid coincidiendo con su primer aniversario
“Queremos huir del ecologismo monolítico para promover un ecologismo sensato, inclusivo y que no deje a nadie atrás”, explica Natalia Corbalán, directora de Fundación Ingenio.
Fundación Ingenio abre sede permanente en Madrid, coincidiendo con la aprobación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para formar parte de la Red Rural Nacional, una plataforma integrada por las administraciones estatal y local, agentes sociales y económicos de la sociedad civil, y organizaciones de investigación vinculadas al medio rural, dependientes del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural, cuyo principal objetivo es impulsar el desarrollo rural.
El objetivo de esta Fundación nacida en Murcia, y que ahora da el salto nacional, es promover “una agricultura sostenible de precisión, y compatible con una transición ecológica sensata, que no deje a nadie atrás, para hacer frente a ciertos mantras de un activismo que excluye y no es capaz de llegar a un acuerdo”, explica Natalia Corbalán, directora de Fundación Ingenio.
“Con este salto a Madrid queremos estar cerca de los centros de decisión y reunirnos con todos los grupos políticos, agentes sociales y organizaciones interesadas a nivel nacional y europeo en romper con una visión del ecologismo monolítica y excluyente”, afirma Corbalán.
Fundación Ingenio quiere liderar debates amplios sobre cuestiones agrarias y medioambientales. “Queremos estar al frente de un cambio cultural en la sociedad civil: somos una organización abierta y apartidista, lo que nos mueve es buscar soluciones amplias en beneficio de toda sociedad”, añade.
En ese sentido reivindican que se escuche y tengan en cuenta a los agricultores, pescadores, transportistas y demás sectores afectados en el diseño de las políticas medioambientales.
SOLUCIONES PARA EL MAR MENOR.En las reuniones que ya ha mantenido, tanto en el Congreso como en el Senado y con organizaciones homólogas, Fundación Ingenio ha presentado su propuesta integral de Anillo Protector Ambiental, como una posible salida a la crisis del Mar Menor. “Podemos decir con orgullo que en las reuniones mantenidas hasta la fecha hemos encontrado mucha receptividad” admite Natalia Corbalán.
Entre las acciones ya emprendidas desde la sede en Madrid, Fundación Ingenio ha puesto sobre la mesa una batería de preguntas dirigidas al Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Acerca de las obras que siguen sin ejecutarse y que están destinadas a recuperar el Mar Menor. “Queremos saber la causa del retraso de las actuaciones, de si tiene previsto dotar de presupuesto a la recuperación del Mar Menor o por qué abordan la gestión de acuífero cuaternario del Campo de Cartagena”, comenta la directora de Fundación Ingenio.
“La delicada situación ambiental del Mar Menor exige que las medidas que se adopten se caractericen por una efectividad contrastada y cuantificable, evitando la generalización de medidas arbitrarias o subjetivas, especialmente si afectan a la viabilidad económica de otras actividades”, señala Natalia.
A ese respecto, Corbalán aboga por hacer frente a una serie de “mantras de un activismo sesgado y que excluye a todos los que no piensen igual, que están perjudicando la actividad, la viabilidad y el futuro de cientos y cientos de pequeñas y medianas empresas dedicadas al sector agrario”, finaliza.