La Región reclama mecanismos compensatorios para el sector de frutos secos

Reunión de la Mesa de Frutos Secos.
El consejero cifró en entre 50.000 y 60.000 las hectáreas afectadas y especificó que “hay zonas donde ha caído hasta un 60% la producción de almendra”. 

La Mesa de los Frutos Secos ha acordado solicitar al Gobierno de España la adopción de mecanismos económicos compensatorios para los agricultores del sector “que les permita poder seguir produciendo tras la grave situación en la que se encuentran”.

Así lo explicó el consejero de Agricultura, Antonio Luengo, tras presidir este órgano en el que estuvieron presentes representantes de las organizaciones agrarias y donde destacó que “existe una gran preocupación por la enorme problemática actual que sufren nuestros agricultores de secano y la falta de sensibilidad por parte del Ministerio”.

“Venimos advirtiendo desde hace meses al Gobierno de España que la definición de la actual Política Agraria Común iba a contribuir a que los agricultores de secano abandonasen sus cultivos porque no hay ninguna medida económica que compense a esa agricultura deficitaria, la del secano más rabioso”, recalcó Luengo. Añadió que “a todo ello se suma la bajada en la producción que hemos registrado este año debido a las condiciones climatológicas, como las intensas lluvias de abril que provocaron la caída del fruto”.

Una situación que el titular de Agricultura calificó como “la tormenta perfecta para que nuestros agricultores abandonen sus cultivos, al no tener garantías para poder dar salida a sus productos de manera adecuada”. Y demandó al Gobierno de España que “debe tramitar una línea de ayudas, con la máxima celeridad, que compensen la problemática”.

El consejero cifró en entre 50.000 y 60.000 las hectáreas afectadas y especificó que “hay zonas donde ha caído hasta un 60% la producción de almendra”. Entre las áreas más perjudicadas destacó la Comarca del Noroeste y el Altiplano.

A ello sumó que “la mayoría de los agricultores del sector del fruto seco son ecológicos, lo que conlleva una menor producción, al no existir elementos para hacer frente a las plagas que ponen en peligro los cultivos”, informa la Consejería de Agricultura en un comunicado.