Fundación Ingenio se muestra a favor de regular la actividad de los grupos de interés –también denominados lobbies— pero pide más transparencia y una regulación más amplia y coherente y que todos los grupos, asociaciones y entidades se sometan al mismo proceso.
“Muchos lobbies contrarios a los agricultores son recibidos por los distintos ministerios y administraciones sin estar siquiera registrados en el Registro de transparencia. A nosotros nos parece necesario fomentar la transparencia, por ejemplo, formando parte de la Asociación de los Profesionales de las Relaciones Institucionales. Esto es algo que nosotros, en este primer año de existencia, ya estamos gestionando. Pedimos que todos los grupos, incluidos los activistas y ONG que hacen lobby hagan también ese ejercicio ético”, reclama Natalia Corbalán, directora de Fundación Ingenio.
A ese respecto, Corbalán recuerda que Fundación Ingenio es una entidad nueva que acaba de cumplir un año de vida. “Venimos de la sociedad civil, sin haber recibido ni un euro de subvenciones y siendo totalmente independientes de la clase política. Nuestro interés es promover un debate objetivo, constructivo y científico-técnico en torno a las cuestiones que nos preocupan: agricultura sostenible, defensa del Mar Menor y buenas prácticas agrícolas”, asegura.
BLANCO FÁCIL
Asimismo, indica que todavía no ha conseguido uno de sus objetivos que es reunirse con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para presentar su propuesta de Anillo Protector Ambiental para el Mar Menor. “Defendemos un objetivo limpio y honrado: la defensa de un sector que ha sido ignorado de forma continuada y selectiva. Y no nos acomplejamos por abanderar esta causa”, lamenta Corbalán.
Por ello, indica que el nivel de interlocución de Fundación Ingenio es limitado. “No puede ser que las autoridades no nos reciban mientras reciban a otras personas y a otros grupos de interés y activistas. Por lo tanto, simplemente pedimos un trato en igualdad de condiciones, dado que hay representantes políticos que nos marginan sistemáticamente”, añade.
“El nivel de presión política por el que se ha tratado de tumbar el trabajo que ha hecho la Fundación Ingenio llega, por ejemplo, al punto del bloqueo de reuniones institucionales y de diálogo por parte de algunas formaciones políticas que ni siquiera responden a nuestras cartas y hemos tenido conocimiento de amenazas a nivel interno para evitar reuniones con nuestro equipo. Esto ocurre por el simple hecho de defender una causa con la que no comulgan ideológicamente, algo que no es sano y no encaja dentro de los valores democráticos”
Asimismo, Corbalán reivindica el papel apartidista y apolítico de Fundación Ingenio. “Estamos registrados en el Portal del Transparencia de la Unión Europea y no recibimos fondos públicos, algo muy poco usual en estos tiempos”, detalla Corbalán.