El sistema de correcciones de Google que se aplicará a la computación cuántica
La tecnología avanza a pasos agigantados de la mano de las compañías más poderosas del mundo. Todas ellas se mueven motivadas por el hecho de ser los primeros en poner estos avances al alcance de la sociedad. Y lo cierto es que parece una carrera constante entre compañías por sacar el móvil más innovador, la tablet con mayores prestaciones, el ordenador más rápido…
Microsoft, Apple y otras gigantes tecnológicas llevan la voz cantante, pero sobre todo es Google el que se mueve como pez en el agua en este campo de la investigación, innovación y el desarrollo. Y parece que ahora lleva ventaja, porque ha descubierto un avance importante para los ordenadores cuánticos.
Ya a finales de 2019 nos anunciaba que la “supremacía cuántica” llegaba para quedarse, dándonos pistas de que el gigante pasaría los años siguientes investigando este campo para sorprendernos más adelante.
Google desarrolló en aquel momento una computadora cuántica que utilizaba las propiedades de las partículas subatómicas para funcionar y que pudo resolver en solo 3 minutos y 20 segundos una difícil operación matemática que hubiese superado los 10.000 años de duración de hacerse en la computadora tradicional que en aquellos momentos era la más poderosa del mundo.
Pero, a pesar de este avance, las dificultades para llevar estos avances cuánticos a la vida cotidiana se veían a leguas.
El ordenador cuántico puede suponer para el día a día una mejora significativa, puesto que puede resolver operaciones matemáticas que son a veces hasta imposibles para cualquier superordenador convencional.
Incluso, está tecnología estaría por encima de las poderosas aplicaciones de calculadora que existen hoy en día para iPhone o iPad y que sabemos que pueden resolver operaciones con tan solo sacar una fotografía a un documento.
Este tipo de aplicaciones nos facilitan el día a día a pasos agigantados, pero… ¿Podremos decir lo mismo de los ordenadores cuánticos el día de mañana? ¿Se harán realidad todas las especulaciones sobre las aplicaciones de esta tecnología en la vida cotidiana?
Lo cierto es que un ordenador cuántico es extremadamente sensible, necesita una presión atmosférica casi inexistente para funcionar y estar a una temperatura ambiente de unos -273°C.
Además, para evitar que los átomos se muevan y colisionen entre ellos, también es necesario aislar esta máquina del campo magnético. De hecho, al estar completamente aislados, requieren de otro ordenador convencional para ser usados.
Pero el principal problema que tienen estas computadoras es que los “cúbits”, que son la unidad cuántica mínima de información que utiliza esta tecnología, presenta dificultades a la hora de su manipulación. Toda interacción con el entorno provoca una degradación y anulación de sus capacidades y, además, cuantos más cúbits se añaden, más se agrava este problema.
Estas unidades cuánticas son precisamente las que le dan estas posibilidades tan amplias de procesamiento a esta nueva tecnología.
Justo por eso, el laboratorio de Inteligencia Artificial Cuántica de Google (Google Quantum AI) ha pasado los últimos años investigando y tratando de dar solución a este problema. Y ha sido este último mes de febrero cuando se ha anunciado que el científico Hartmut Neven y su equipo de trabajo ha superado por fin esta limitación, lo que supone un gran avance en la investigación.
El científico ha conseguido que el error disminuya a medida que el tamaño del sistema aumenta. Y con este avance se pueden ejecutar algoritmos cuánticos sin los errores que hacían que esta tecnología no pudiera trascender todavía a gran escala.
Con este avance, se prevé que pronto la computación cuántica no tenga que depender de máquinas limitadas con la tecnología actual y que se pueda prescindir de ese aislamiento que necesitaba para evitar las interferencias y el ruido que provocaba que la efectividad y la capacidad de computación de esta máquina todopoderosa se redujeran.
Pero lo cierto es que, de ahí a ver esta tecnología en manos de toda la sociedad, todavía hay un mundo. Aun así, celebramos que Google cada día esté más cerca porque sabemos que, cuando esto suceda, esta tecnología supondrá una auténtica revolución y tendrá aplicación no solo en ordenadores, sino también en móviles y maquinaria profesional en distintos campos como el de la medicina. Un campo que, aunque cada día se digitaliza más, aún tiene mucho margen de mejora a medida que se van incorporando estos avances al mercado.