Los altos precios turísticos impulsan el intercambio de casas para vacaciones
El intercambio de casas crece en España y las empresas del sector esperan que 2023 se convierta en el mejor para este modelo turístico, impulsado en buena parte por la inflación y por la búsqueda de formas de viaje más sostenibles.
La plataforma HomeExchange, una de las líderes del sector, cuenta con 120.000 usuarios a nivel mundial, de los que 17.646 se encuentran en España, el segundo mercado tras Francia, según la portavoz de la compañía, Pilar Manrique, a EFE.
Las pernoctaciones derivadas del intercambio de casas se situaron en 254.017 en el primer trimestre de 2023, lo que supone un 46,7% más que durante los primeros seis meses de 2022, según los últimos datos que maneja la plataforma.
Las previsiones indican que las reservas de verano, que suponen cerca de la mitad del total anual, serán superiores en 2023 respecto al año anterior. Hasta esta primera decena de agosto el crecimiento se sitúa en el 17%.
También esperan que los resultados de cierre de año mejoren los de 2022, cuando se alcanzaron las 601.838 pernoctaciones, el 37% sobre los datos precovid, en 2019. "En los últimos años siempre ha ido en alza, a excepción de 2020, por la pandemia. Ahora, estamos consiguiendo los números más altos de nuestra historia. Esperamos que 2023 sea año récord", afirma Manrique.
UN MODELO DE TURISMO MÁS SOSTENIBLE
Además de HomeExchange, otras plataformas de intercambio de viviendas -en las que se cambia la casa sin pagar nada y solo se abona una cuota anual a la página- son Home for Home, con más de 45.000 domicilios, o Loveswap, con presencia en más de un centenar de países.
Las hay también más específicas, como TrustedHouseSitters, en la que junto al alojamiento se pide el cuidado de la mascota del propietario.
Estas páginas se han visto impulsadas por la digitalización del proceso de búsqueda de residencia vacacional pero ha sido también decisivo el aumento de los precios de los hoteles y la voluntad de los usuarios de viajar de una manera más sostenible.
"La emergencia climática ha hecho que cada vez más gente se plantee su forma de visitar un sitio. El intercambio de casas es una opción de futuro, ya que implica la utilización de recursos ya existentes y no el uso de nuevos", explica la portavoz de HomeExchange.
Defiende igualmente que, como es un modelo turístico en el que no se paga, no induce subidas en el mercado del alquiler de las localidades en las que se alojan los visitantes, un problema que afecta con intensidad a los destinos más turísticos.
PROTECCIÓN CONTRA RIESGOS
Hay usuarios que acumulan los intercambios por centenares. Las comunidades autónomas más deseadas por los turistas españoles son Cataluña, País Vasco y Andalucía, mientras que Francia, Reino Unido y Países Bajos son los países favoritos.
Los miedos más comunes entre quienes ceden sus casas son no encontrarlas como las habían dejado. Para evitar estos problemas, HomeExchange cuenta con un seguro que cubre desperfectos de más de 500 euros. Si los daños son inferiores, los paga el invitado.
"Del 99,6% de los intercambios que se han producido de enero a día de hoy no se ha reportado ninguna incidencia", asevera Manrique.
Hay páginas que ofrecen modelos de contrato para confirmar el acuerdo entre los usuarios, aunque las plataformas apelan a la confianza entre las dos partes de la operación. "La plataforma se caracteriza por el respeto. Al final, si yo quiero que mi casa esté bien, debo cuidar las demás", asegura la portavoz de HomeExchange.