El Puerto de Cartagena ha presentado este viernes el proyecto de embellecimiento de la rotonda Grúa Sansón, una de las vías de acceso al Muelle Alfonso XII y el puerto a la altura del barrio de Santa Lucía. Un acto que ha contado con las palabras de la presidenta de la Autoridad Portuaria, Yolanda Muñoz, y la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón.
En unos meses los visitantes de la ciudad serán recibidos con los cinco nombres que la ciudad ha recibido desde su fundación cuando lleguen a la rotonda de la Grúa Sansón, pasando por su nombre cartaginés Qart Hadasht, el romano Carthago Nova, el bizantino Carthago Spartaria, el árabe Qartayannat al-Halfa hasta el actual Cartagena.
Las letras estarán realizadas en chapas de acero corten, plegadas, recortando y doblando el nombre. Delante de cada uno de los nombres se colocará flores de temporada además de tres anillos vegetales con plantas aromáticas de la zona como el tomillo, la lavanda y el esparto.
“Queremos que cuando el visitante, el turista, llegue a la ciudad por la entrada de Santa Lucía, con lo primero que se encuentre sea con una parte de la historia y la cultura que han hecho de Cartagena la ciudad que es, y nada mejor que el nombre como ha sido conocida desde su fundación hasta nuestros días” ha indicado la presidenta.
El proyecto, actualmente en licitación por 325.000 euros, recoge las actuaciones necesarias para adecuar y adecentar esta entrada a la ciudad, ya que se considera un enclave urbano de suma importancia al tratarse de uno de sus accesos principales. Además de la eliminación de elementos inadecuados, se instalará el riego automatizado; se iluminará la grúa en cuyo centro se colocará un tótem con un saludo de bienvenida y el logo de la Autoridad Portuaria de Cartagena, así como carteles explicativos de la historia de la grúa en dos idiomas (castellano e inglés) y en sistema Braille.
En la rotonda se encuentra la pluma de la grúa original, tras su baja y desguace en 1993, su base se utilizó como pantalán de la Junta de Obras del Puerto (APC) y esta parte se colocó como monumento en recuerdo e icono de su historia ligada a la actividad marítima.
Durante el siglo pasado fue una de las estampas clásicas del puerto y, aunque destinada a la Armada, se hizo imprescindible para elevar enormes cargas, podía elevar 100 toneladas a 25 metros de altura, para su transporte dentro de la dársena como ejemplo cuatro grandes piezas para la batería de Castillitos o la descarga de material para Butano, además de ayudar en las pruebas de flotabilidad del submarino Isaac Peral.
La actuación, incluida en el Plan de Acción Inmediata para Reactivación Económica, pretende hacer Cartagena más abierta desde las instalaciones y espacios del Puerto, escenario de convivencia e integración en el día a día del puerto y la ciudad. Para Yolanda Muñoz, “se trata de un paso más para que “Plaza Mayor de Cartagena” sea una realidad. La semana pasada aprobamos el concurso de proyectos para hacer un frente marítimo atractivo, con nuevos usos urbanos, como escenario de grandes acontecimientos ciudadanos. Pero también la primera visión del turista debe de ser atractiva, lo que pretendemos con esta actuación”.