Feijóo condena a la Región de Murcia a seguir a la cola del país
La Región de Murcia es la segunda peor financiada de nuestro país, únicamente por detrás de la Comunidad Valenciana. Este dato es de sobra conocído ya que ha sido repetido como un mantra y utilizado como arma política arrojadiza tanto por el Partido Popular como por el Partido Socialista de nuestra Región cuando no era su partido el que ostentaba el poder en Moncloa. Pero lo cierto y verdad es que ambos partidos son igualmente responsables de este agravio que los murcianos sufrimos desde hace más de una década.
Y es que la reforma del sistema financiero nacional -que lleva pendiente desde el año 2014- sigue produciendo grandes diferencias entre comunidades, ya que mientras que los cántabros reciben una asignación de 3.141 euros per cápita, la cifra baja estrepitosamente hasta los 2.323 euros cuando se trata de un murciano.
Si recurrimos a la hemeroteca regional, el señor López Miras lleva reclamando la reforma de este modelo desde hace exactamente 4 años, fecha en la que Pedro Sánchez tomó posesión como presidente de todos los españoles. El propio Miras ha declarado que se trataba de un “debate de Estado”, acusando al gobierno socialista de confrontar a las comunidades autónomas. Se ha desgañitado reclamando “justicia, igualdad y equidad” e incluso ha llegado a justificar por este modelo la enorme deuda de nuestra Región, que hace meses superó los 11.000 millones de euros.
A los liberales murcianos no nos ha sorprendido en absoluto el nuevo giro de timón del señor Miras, el cual ha decidido poner a Galicia, patria chica de su jefe, el señor Feijóo, por delante de las necesidades de todos los murcianos. Por este motivo, desde el parlamento regional hemos pedido explicaciones al presidente de la Región de Murcia, para que informe sobre las actuaciones que llevará a cabo su gobierno en aras de defender una financiación equitativa que no perjudique por sistema a los murcianos.
El sistema de financiación autonómico debe reformarse atendiendo a las propuestas de todos y no solo de una parte. Todas las autonomías deberían sentarse en una misma mesa a plantear propuestas conjuntas y elaborar un marco común que no deje a nadie atrás. La voluntad general de cambio en el modelo no debe ser la suma de las voluntades de cada autonomía, sino que debe proceder de un interés común como país, y eso sólo se podrá conseguir con un proyecto de país que ponga a todas las autonomías al mismo nivel y priorice los derechos de cada ciudadano español frente a los de cualquier territorio.
Los liberales impulsamos un proyecto basado en el deseo de vivir juntos más allá de nuestras diferencias, eliminando las tensiones que nos enfrentan. Sólo con un modelo de financiación más justo podremos sentar las bases de la España del futuro. Y ese modelo únicamente podrá ser posible con un gobierno liberal, un gobierno de Ciudadanos.