El sector farmacéutico, clave en la prevención del COVID-19

Desde que se iniciara la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, se ha hablado con respeto, admiración y reconocimiento, con total merecimiento, de la labor imprescindible que están llevando a cabo los profesionales sanitarios en la atención hospitalaria a los afectados.

 

Cada curación es una victoria y cada persona que recibe el alta es una gran noticia que celebramos todos y que es el reflejo del esfuerzo y la dedicación del colectivo de médicos y enfermeros de nuestros hospitales públicos y privados. De este trabajo encomiable ya ha hablado CROEM en sus comunicados y en las distintas manifestaciones públicas realizadas por su presidente, José Mª Albarracín.

 

Pero existe otro colectivo, el farmacéutico, que no está recibiendo ese mismo reconocimiento que sin duda merece. Un colectivo integrado en esta confederación con la Asociación Empresarial de Oficinas de Farmacia, AEOF, que forma parte a su vez de  la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles.

 

No podemos olvidar que una farmacia es, en la mayoría de los casos, el primer punto de atención sanitaria para cualquier persona que se siente enferma. De hecho, muchos pacientes con síntomas leves de coronavirus han evitado acudir a centros de salud y hospitales gracias a la intervención inicial de los farmacéuticos.

 

Teniendo en cuenta que el confinamiento buscaba limitar el desplazamiento a  hospitales para evitar el colapso en las urgencias, las farmacias han atendido a las personas que presentaban síntomas menores derivados del virus. Además, se da la circunstancia de que en muchas pequeñas poblaciones de la región se ha tenido que reducir la actividad, por lo que la oficina de farmacia ha pasado a ser el único referente de atención sanitaria para el ciudadano en estos casos.

 

Por otra parte, y hasta donde esta confederación tiene conocimiento a través de AEOF, los profesionales farmacéuticos han tenido que gestionar con fondos propios el material preventivo para su protección y la de sus colaboradores ante la desatención de las autoridades sanitarias.

 

El Gobierno regional, a través de su Consejería de Salud, ha emitido recientemente un informe en el que explicaba la incidencia de contagio del virus entre el personal sanitario. Ante el estupor de los farmacéuticos, y desde luego la desagradable sorpresa que supone para el sector empresarial en general, el colectivo no aparece en el listado de afectados cuando entre el mismo se han dado a estas alturas en toda España, según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y con balance a 31 de marzo, un registro de afectados que arroja los siguientes datos nacionales: 276 profesionales en cuarentena; 126 farmacias con algún profesional ingresado; y un total de 57 farmacias cerradas.

 

CROEM apoya a su sectorial y a los farmacéuticos para que se les trate y valore como personal sanitario y prestadores de un servicio primordial e imprescindible a la sociedad. Es justo reconocerlo y decirlo públicamente en el actual contexto de crisis donde se está aplaudiendo la labor que llevan a cabo otros colectivos, entre ellos y en este ámbito los hospitales y clínicas privadas.

 

De la suma de los esfuerzos de todos, y con la responsabilidad que se le tiene que exigir a la sociedad, será más rápida la salida de esta situación que tantos perjuicios está causando.