El profesional liberal ante el COVID-19
El pasado jueves 14 de mayo tuvo lugar el encuentro virtual 'Futuro de las profesiones liberales post COVID-19: retos de abogados, asesores y autónomos' organizado por las Asociaciones de Jóvenes Empresarios de la Región de Murcia, Castilla la Mancha, Canarias y Cádiz y las Asociaciones de Jóvenes Abogados de Murcia y Alicante, con la colaboración de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios.
En este encuentro, el cual presenció más de un centenar de personas provenientes de España y otros países como Venezuela o Estados Unidos, se tuvo la oportunidad de debatir sobre cómo afecta la presente situación derivada del COVID19 al profesional liberal (abogado, economista, auditor, consultor, etc.) así como al empresario autónomo.
La periodista Ruth Hernández, de Lógica Ecommerce, expuso cómo en este momento el recurso al mundo virtual, ante la limitación del contacto físico entre las personas, resulta de especial trascendencia, revelándose fundamental el desarrollo de una marca profesional online basada en una serie de pautas: coherencia entre lo que se dice y lo que se hace; necesidad de proporcionar un trato personal al cliente, humanizado, huyendo de respuestas automáticas; comunicar de forma proporcionada, escogiendo detenidamente a quién queremos dirigirnos (ni por encima ni por debajo de nuestras posibilidades) o la conveniencia de prestar atención asimismo al mundo offline (necesidad de relacionarse personalmente).
Posteriormente intervino Pedro Lacal, abogado y director del área jurídica de Carrillo Asesores, quien transmitió la necesidad de afrontar con positividad la presente situación habida cuenta la crisis de confianza ante la que nos enfrentamos, incidiendo en la obligación del profesional de mostrarse flexible, acompañando a los clientes en la toma de decisiones, en estos momentos en los que éstos necesitan sentirse respaldados, y en la ventaja competitiva que supone la creación de alianzas entre profesionales (abogados, economistas, asesores…) para proveer soluciones estratégicas completas a los clientes.
Fernando Lallana, consultor y director de zona de Management & Research, destacó la situación de ventaja en la que el profesional liberal se encuentra en el escenario derivado del COVID-19 habida cuenta que la incertidumbre es una atmósfera connatural al mismo (ningún abogado, consultor o asesor en condiciones normales se mueve en un entorno cierto). De otra parte, refirió dos comportamientos a evitar a corto plazo por los profesionales liberales ante la actual coyuntura: de una parte, este empresario deber descartar centrarse en circunstancias exógenas, que no dependen de él y, de otra, abstenerse de llevar a cabo iniciativas que supongan un cambio radical en la actividad desarrollada hasta el momento.
Por parte de Javier Beltrán-Domenech, letrado y gerente de Javier Beltrán Abogados, se recalcó la necesidad de mecanizar procesos (evitando la pérdida de tiempo y recursos en la realización de procedimientos tediosos), la utilidad que reporta la hoja de encargo a firmar entre profesional y cliente (determinando qué servicios se ofrecen exactamente y cuánto tiempo se dedica), la conveniencia de rechazar el desarrollo de trabajos que versen sobre disciplinas que no se dominan (si bien para afrontar un encargo no se requiere ser especialista en la materia tratada, si resulta necesario conocer tal materia) y el interés que presenta el diversificar o "no poner todos los huevos en la misma cesta" evitando los riesgos que presenta el centrar toda la actividad de la empresa en un cliente (o unos pocos).
Por último, por Victor Aday, experto en asesoría fiscal y gerente & project community manager en Núcleo y R&D Asesores, se advirtió cómo la presente situación puede representar un buen momento para analizar detenidamente qué se está haciendo bien y qué se está haciendo mal en la empresa, aludiendo asimismo a la conveniencia de prever un Plan “B” alternativo de negocio, a ser desarrollado en caso de que el principal o Plan “A” falle.