Sin panaderos no hay pan
Procurar que el pueblo tenga pan es fundamental, importantísimo y más en esta situación. Pero sin panaderos no hay pan.
Si no hay empresas que puedan dar trabajo, no habrá empleo. Estamos completamente de acuerdo con que el confinamiento es necesario para no extender en el tiempo los efectos de esta pandemia en la salud de todos. Eso es innegable. Pero esa situación pone a las empresas en la cuerda floja. Sin ayudas – ojo, no préstamos – estamos llevándolas a una agonía, con un final inevitable.
Para que nos hagamos una idea, estas son algunas cifras del tejido empresarial en España:
- PYME sin asalariados (0 asalariados) = 1.569.992
- Microempresas (1-9 asalariados) = 1.137.828 microempresas, que dan un total de 3.427.913 de empleos.
Debemos ser conscientes de que ayudar a las pymes no es ayudar sólo a los empresarios: es ayudar a todos aquellos puestos de trabajo que esas pymes crean.
Los empresarios lo somos, asumiendo el riesgo de emprender un negocio, apostando patrimonio, tiempo y esfuerzo. Pero el dinero se agota y es imposible hacer frente a los gastos de tener un negocio en activo si no hay liquidez.
Es urgente tomar medidas contundentes para ayudar a las pymes, garantizando su supervivencia.