Compromisos navideños; muchos y de todo tipo
Estos días numerosas imágenes enternecedoras de mesas abarrotadas de gente amigable y abundante comida inundan nuestras vidas. No puedo dejar de preguntarme si esas imágenes cálidas y jubilosas se corresponden con la realidad.
¿Cuántas cenas y/o comidas navideñas profesionales tendremos durante las próximas semanas? ¿En cuántas celebraciones familiares participaremos en nuestra casa o en hogares ajenos? Son fechas especiales en las que el trato con los demás, ese savoir-faire que dicen los franceses, se convierte en imprescindible para lidiar con conversaciones de todo tipo.
Las enseñanzas y principios que Dale Carnegie propone en su famoso libro, aparentemente, parece que estén enfocados a entornos profesionales, y son de gran utilidad en entornos personales. Te propongo que durante estos días aceptes el reto las las pautas que te sugerimos, créeme, si lo consigues, tienes el éxito asegurado.
No discutas y trata de entender el punto de vista del otro.
¿Quién no se ha enzarzado en una discusión con un cuñado o un familiar empecinado en algún argumento que nos parece, como poco, fuera de lugar? Pues bien, la mejor manera de salir ganando de una discusión es evitándola.
Demuestra respeto por las opiniones ajenas y bajo ningún concepto digas “estás equivocado”. Permite que sean los demás quien hablen más y de sí mismos y haz que se sientan importantes.
No critiques, ni condenes, ni te quejes.
No hay peor compañero que uno enfurruñado con el mundo, con la vida y con los demás. No seas uno de ellos. Si quieres convertirte en un ser amigable, sonríe y demuestra aprecio e interés honrado y sincero por los demás. Sé un buen oyente. Recuerda todos pensamos que el sonido de nuestro nombre es el más dulce. Siempre que sea posible, trata de dirigirte a alguien directamente nombrándole.
Me permito terminar este artículo con una frase de Carnegie: “Se pueden ganar más amigos en dos meses interesándose por los demás que en dos años tratando que los demás se interesen en nosotros”.
Es una gran oportunidad para estrechar lazos, aprovéchala.
¡Feliz Navidad!