El Impacto del Aumento de los Precios del Azúcar en las Economías en Desarrollo
El alza en los precios del azúcar a nivel mundial está dejando a los panaderos de países como Nigeria con pocas opciones.
El incremento en el coste de la harina y el combustible ha llevado a muchos comercios locales a reducir su producción, ya que subir el precio del pan significaría una disminución en las ventas. Para los panaderos que ya luchan por mantenerse a flote, los precios estratosféricos del azúcar han sido la gota que colma el vaso, llevándolos al cierre definitivo.
El azúcar, esencial en la fabricación del pan, un alimento básico para los 210 millones de habitantes de Nigeria, está experimentando un aumento del 55% en dos meses, con consecuencias desastrosas: menos panaderías y menos pan.
La principal razón de este aumento global de precios se encuentra en la disminución de las reservas globales, consecuencia de condiciones climáticas inusualmente secas que han dañado las cosechas en India y Tailandia, principales exportadores de azúcar del mundo.
Este escenario se suma a los desafíos que enfrentan los países en desarrollo, ya lidiando con escasez de alimentos básicos como el arroz y restricciones en el comercio de alimentos que contribuyen a la inflación alimentaria. Factores como el fenómeno climático El Niño, la guerra en Ucrania y divisas débiles afectan especialmente a estos países, mientras que las naciones más ricas pueden absorber con mayor facilidad el incremento de costes.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pronostica una disminución del 2% en la producción mundial de azúcar en la cosecha 2023-24 en comparación con el año anterior, equivalente a una pérdida de aproximadamente 3.5 millones de toneladas. Además, el aumento en el uso del azúcar en biocombustibles, como el etanol, ha llevado a que las reservas globales de azúcar alcancen su nivel más bajo desde 2009.
Aunque Brasil, el mayor exportador de azúcar, espera una cosecha un 20% más grande que el año pasado, esta ayuda no llegará hasta 2024. Mientras tanto, países dependientes de importaciones, como muchos en África subsahariana, permanecen vulnerables. Nigeria, por ejemplo, compra el 98% de su azúcar crudo en otros países. Aunque en 2021 prohibió la importación de azúcar refinado como parte de un plan para fortalecer la producción nacional, la situación actual se traduce en que un saco de 50 kilogramos de azúcar que la semana pasada costaba 66 dólares, ahora cuesta 81.
El fenómeno climático El Niño ha tenido un impacto significativo en la producción de azúcar en India y Tailandia. India experimentó su agosto más seco en más de un siglo, afectando las cosechas de caña de azúcar en el estado occidental de Maharashtra, responsable de más de un tercio de la producción de caña de azúcar del país. La producción de azúcar en India podría disminuir en un 8% este año, según la Asociación de Molinos de Azúcar de India, lo que lleva a restricciones en las exportaciones de azúcar.
En Tailandia, los efectos de El Niño al inicio de la temporada no solo afectaron la cantidad, sino también la calidad de la cosecha. Se espera que la molienda de caña de azúcar en la temporada de cosecha de 2024 sea de solo 76 millones de toneladas, en comparación con las 93 de este año. El informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos predice una disminución del 15% en la producción de azúcar en Tailandia en octubre. Ante esta situación, Tailandia ha impuesto controles de precios por primera vez desde 2018.
Actualmente, el mundo cuenta con menos de 68 días de reservas de azúcar para satisfacer sus necesidades, en comparación con los 106 días al inicio del declive en 2020, según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Este nivel es el más bajo desde 2010, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad alimentaria. Por otro lado, muchos países, al importar azúcar más cara, agotan reservas de moneda extranjera necesarias para pagar petróleo y otros productos básicos.
Este es el caso de Kenia, que, aunque fue autosuficiente en azúcar en el pasado, ahora importa 200,000 toneladas al año. En 2021, el gobierno limitó las importaciones para proteger a los agricultores locales, pero revertió esa decisión debido a la disminución de las cosechas debido a la falta de lluvias y la mala gestión.
En una economía donde el pan es a menudo el único alimento que las familias más pobres pueden permitirse, el aumento de los precios del pan, como el aumento del 15% a principios de este año, lleva a que algunas personas pasen hambre.
Por otro lado, la industria azucarera de Ucrania, uno de los pocos sectores agrícolas rentables del país, podría continuar expandiendo su área cultivada en 2024 y, con buen tiempo, el excedente exportable de la campaña 2024/25 podría aumentar en alrededor del 50%, lo que también ayudará a relajar los precios en las próximas campañas.