De buenas intenciones a buenos propósitos
Solsticio de invierno, se acaba el otoño y nos quedan tres meses en los que los días se alargarán poco a poco y la naturaleza repondrá fuerzas para la explosión primaveral. Se inicia un ciclo y es tiempo de reflexionar y valorar lo que hemos hecho y pensar en lo que queremos hacer. Sabemos que vamos a brindar por ese tiempo nuevo y sabemos cómo queremos que sea (o como mínimo, cómo queremos que no sea). Los típicos y tópicos Propósitos de Año Nuevo.
Las buenas intenciones son pensamientos que dibujan una idea pero que están lejos de la acción. Un listado más o menos voluntarioso, que si lo cumplimos nos hará sentir mejor. Nos solemos hacer preguntas sobre lo que no nos gusta de nosotros mismos. ¿Qué cosas cambiaría de mi vida? ¿Cuáles son las cosas que me gustaría dejar ir y cuáles incorporar? También es un tiempo de reflexión, de mirar al año que se va y valorar qué tal ha ido. Y de mostrar agradecimiento. Algunas personas piensan en sus propósitos, pero se quedan en intenciones; otros, los escriben y los convierten en propósitos posibles. La experiencia nos dice que, en un enorme porcentaje, los buenos propósitos se quedan en eso, en propósitos… no cumplidos. Hay que transformarlos en acciones concretas, en resultados medibles. Veamos algunas ideas que le podrán ayudar.
La primera cosa es ESCRIBIRLOS. Lo que se escribe se puede cambiar. Los deseos solo pensados se evaporan y olvidan. A veces vuelven, de vez en cuando, en forma de culpa. Hay que atraparlos en un papel o en un archivo.
La segunda es DETALLARLOS. Nada de metas genéricas como “voy a perder peso”, “voy a hacer ejercicio” ¿Cuánto y en cuánto tiempo? Mójese. No los haga a 12 meses. Los propósitos se van haciendo periódicamente. Y se van controlando. El éxito de los dietistas es el control. Lo que se mide, se hace. Por eso hay que ir periódicamente. Eso es muy saludable.
La tercera es: INVOLUCRE a alguien más, de confianza, con quien pueda comentar las dificultades y los progresos que va consiguiendo. No se los quede para usted. Dicen que la participación de una persona externa produce el doble de éxito. Y coméntelos a sus amigos y familiares. Póngase todas las dificultades que pueda para no echarse a atrás. Tome el compromiso de que ,si no los cumple, invita a una cena, viaje, o lo que sea. Si hay compromiso económico por medio, la probabilidad de éxito se multiplica por tres.
La cuarta, PREPARE EL ESCENARIO a su favor. Tire y evite todas las tentaciones de comida, bebida o lo que sea, que represente un canto de sirenas irresistible.
Y la quinta, sea BENÉVOLO con usted. Somos humanos y recaemos. No pasa nada. No hay fracasos, hay intentos. Y vuelta a empezar.
Seguro que usted puede añadir más puntos o modificar estos. Es bueno pensar y crear futuros en donde nos gustaría vivir. Cuando los ha imaginado, si cierra los ojos y se concentra, podrá sentir cómo la fuerza de gravedad del futuro tira de usted.
Las conductas acaban transformándose en hábitos. Y los hábitos son automáticos. Hace falta practicar y practicar hasta que olvidemos que lo aprendimos. El éxito está en la perseverancia.
Existe una web que le ayudará en este sentido: www.stickk.com. Es un planteo divertido y creo que eficaz. Échele un vistazo.
Dicen que el objetivo último es la búsqueda de la felicidad. Pienso que no. Creo que es la felicidad de la búsqueda lo que nos da sentido. Así que le deseo un año 2018 lleno de búsquedas hasta que haya convertido sus buenos propósitos en realidades. Solo depende de usted. Mis ánimos.