Liderazgo en sostenibilidad
La pregunta es: ¿Está mi empresa contribuyendo a que el planeta sea mejor? Vuelva a leerla. A mi entender, abre una mirada diferente que nos va a acompañar en los próximos años. La pregunta la hace Paul Polman, ex director general de Unilever, empresa líder en sostenibilidad (junto con el consultor de sostenibilidad Andrew Winston) y coautor de libro 'Net Positive: cómo las empresas valientes prosperan al dar más de lo que aceptan'. La respuesta a la pregunta solo podrá ser 'sí'. Mi empresa tiene que trabajar para construir un mundo mejor si quiere sobrevivir a largo plazo. En caso contrario, habrá que ponerse las pilas y empezar a trabajar en sostenibilidad, algo más que una moda.
El tema viene por olas. La primera ola fue la covid y en eso todavía estamos; la segunda ola han sido los vaivenes de la economía, que han ahogado a muchas empresas y nos han hecho replantarnos enfoques estratégicos. Ya no es una ola, es un temporal. La tercera ola es la emergencia climática, que es un autentico tsunami . El modo de vida que conocemos está en riesgo y puede acabar con nosotros. Las proyecciones de crecimiento de población y lo que supondrá a nivel de consumo de recursos naturales y seguridad alimentaria son esclarecedoras. De 1960 a 2019 la población mundial ha pasado de 3.000 a 7.700 millones. Y se espera que aumente a 9.700 millones en 2050.
Es urgente repensar la forma de vida y la manera de hacer negocios para preservar mejor el medio ambiente. Necesitamos un cambio de mentalidad urgente, ya que las acciones que se están emprendiendo son tímidas y lentas. No nos acabamos de creer la gravedad de la situación. Hay que replantearlo todo, por las generaciones futuras y por nosotros mismos. Ya no se trata de reducir los gases de efecto invernadero, sino de absorber los que ya hay.
Para eso se requieren liderazgos diferentes para afrontar estas crisis superpuestas, difíciles y complejas, que llevan retos urgentes de alta volatilidad. La gestión tradicional se está quedando obsoleta, porque tenemos pocas certezas y mucha incertidumbre.
Pero, para conseguir la transformación de las organizaciones, se necesita transformar el liderazgo. Ser sostenible no es una opción, es un camino obligado para conservar el medioambiente. Los que trabajen en sostenibilidad estarán y los demás desaparecerán.
Pero un negocio sostenible no puede ser sostenible si tú mismo no eres sostenible. Ya pasó en los años ochenta con la revolución de la calidad. Los que no trabajaron en esa dirección ya no están. Y con las sostenibilidad va ser lo mismo. En algunos sectores ya llevan tiempo trabajando y están ganando visibilidad, que es una ventaja competitiva.
La Universidad de Cambridge define el líder en sostenibilidad como “alguien que inspira y apoya la acción hacia un mundo mejor”. Son individuos que se ven obligados a marcar la diferencia profundizando su conciencia de sí mismos en relación con el mundo que los rodea. Al hacerlo, adoptan nuevas formas de ver, pensar e interactuar que dan soluciones innovadoras y sostenibles.
Aparecen temas en las agendas que son nuevos para muchas empresas y líderes. Descarbonización sin precedentes; ecosistemas de innovación sostenible, sin retorno inmediato; abrir colaboraciones y retos compartidos con el sector y con la competencia, economía circular… Son temas que van más allá de la Responsabilidad Social Corporativa o del mecenazgo. Ser buenos (being good) versus sostenibilidad, que es hacer cosas buenas.
A las competencias clásicas de liderazgo hay que añadir el desafío, sin precedentes, que supone este cambio. Algunas de ellas son la gestión de grandes cantidades de información; cambios rápidos que no comprometan la viabilidad del negocio; resiliencia para mantener la templanza y la calma interior; mirar la adversidad desde el positivismo y no desde la amenaza.
Resumiendo, los líderes en sostenibilidad asumen ese propósito, son perseverantes, actúan ya, porque saben que no deben esperar, inspiran a muchos porque saben que las respuestas colectivas son más eficaces.
Como pueden ver, los líderes de sostenibilidad se dan cuenta de que su tarea es, en última instancia, sobre la supervivencia. Paul Polman ha sido muy claro. Este no es un sueño aspiracional para ayudarnos a tratar de reclutar a la mejor gente del mundo. Al final, este es un problema de supervivencia.
Cómo vamos a operar si el mundo se ve afectado por una degradación medioambiental importante, con crecientes desigualdades sociales... Seguir con el planteamiento de 'business as usual', ya no es una opción válida. O si nuestro negocio tiene un impacto social negativo.
No tendremos derecho a crecer, no tendremos derecho a estar en el negocio, si creamos un gran desastre ambiental o nuestro negocio tiene un impacto social negativo. El mundo no lo soportará. Por eso la pregunta del inicio del articulo: ¿Está mi empresa contribuyendo a que el planeta sea mejor? Y empiece a pensar en formarse como líder en sostenibilidad. Lo necesitamos.
Tal vez lo pondría de una manera que sí o sí hay que trabajar en sostenibilidad, con mayor o menor urgencia. Estaría bien incluir la nota con las proyecciones de creciemiento de población y lo que supondrá a nivel de consumo de recursos naturales, seguridad alimentaria por ejemplo. Recuerde: De 1960 a 2019 la población mundial ha pasado de 3.000 a 7.7000 millones. Y se espera que aumente a 9.700 millones en 2050.