La morosidad de los créditos concedidos por la banca española empezó el año 2022 con un repunte de tres centésimas en comparación con el mes anterior, en el 4,32%, después de repetir registro los dos meses anteriores, en el 4,29%, su nivel más bajo desde marzo de 2009.
Según los datos publicados este miércoles por el Banco de España, los créditos que estaban en vigor al finalizar enero sumaban 1,221 billones de euros, por debajo de los 1,223 billones de diciembre, igual que los impagados o morosos, que se redujeron en unos 180 millones y quedaron en 52.368 millones de euros.
En comparación con el inicio de 2021, aún en plena pandemia, la morosidad del crédito pasó del 4,54% de entonces al 4,32% de enero, en tanto que el saldo de impagados se redujo en casi 2.700 millones de euros en esos doce meses.
Además del dato total del sector, el Banco de España publica todos los meses la morosidad agregada de bancos, cajas y cooperativas de crédito (cajas rurales), por un lado, y, por otro, la de las financieras de consumo, especialistas en grandes bienes. En este grupo de entidades, la morosidad hizo lo mismo que en el cómputo general, es decir, se anotó tres centésimas, y se situó en el 4,24%, en tanto que la cartera crediticia en vigor se redujo a 1,16 billones de euros desde los 1,17 billones del mes anterior.
Por su parte, el saldo de impagados se mantuvo en torno a los 49.308 millones, frente a los 49.361 millones de diciembre. Las financieras de consumo también vieron empeorar su ratio hasta el 6,92% desde el 6,89% precedente, que fue su nivel más alto desde agosto de 2020. El volumen de dudosos se redujo a 2.840 millones, desde los 2.948 millones con que cerró el pasado ejercicio.
