CaixaBank cerró 2024 con un beneficio neto de 5.787 millones de euros, un 20,2% más que el año anterior, gracias a un fuerte crecimiento de la actividad comercial que le ha llevado a alcanzar el mejor resultado anual de su historia.
El margen de intereses aumenta un 9,8% respecto al año anterior, hasta 11.108 millones de euros, pese a un retroceso en el último trimestre por la caída de tipos, y la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) se sitúa en el 15,4%, frente a un 13,2% hace doce meses, ha informado el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los recursos de clientes aumentan un 8,7% en el año y la cartera de crédito sana crece un 2,2%, con un incremento del 32% en la concesión de crédito en España, principalmente en hipotecas y préstamos al consumo, hasta 27.772 millones.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha valorado en un comunicado el ejercicio como "un año muy positivo" en el que se han cumplido los objetivos del último plan estratégico: "crecimiento de la actividad comercial, mejora en la calidad de servicio, rigurosa gestión del riesgo y recuperación de una rentabilidad razonable".
La base de clientes de la entidad en España se ha ampliado en 280.000, hasta alcanzar los 18,5 millones, de los cuales el 71,8% están vinculados, mientras que los clientes digitales superan los 12 millones.
Plan de retribución al accionista
El consejo de administración del banco ha aprobado un sexto programa de recompra de acciones por 500 millones de euros que completa el plan de distribución previsto para el periodo 2022-2024, que alcanza el objetivo de 12.000 millones.
También ha propuesto a la junta general de accionistas el pago de un dividendo en efectivo de 0,2864 euros brutos por acción con cargo a los resultados de 2024 (2.028 millones de euros), lo que junto al dividendo a cuenta pagado el pasado noviembre por un importe de 1.068 millones de euros sitúa el porcentaje de distribución ("payout") en el 53,5%.
La entidad mantendrá el mismo plan de dividendos para el ejercicio 2025, con una distribución en efectivo de entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado, a abonar en dos pagos.
En noviembre de 2025 se distribuirá un dividendo a cuenta por importe de entre el 30% y el 40% del beneficio correspondiente al primer semestre, mientras que en abril de 2026 habrá un dividendo complementario, sujeto a la aprobación final por parte de la junta general de accionistas.
En los últimos tres años, la entidad ha repartido un dividendo ordinario de 7.700 millones, de los cuales cerca de 2.400 millones han ido a la Fundación La Caixa, con cerca de un 31% del capital social, y 1.300 millones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dueño de en torno al 17%.
Crecen los recursos de clientes
Los recursos de clientes aumentaban al cierre del ejercicio un 8,7% respecto a diciembre de 2023, hasta 685.365 millones.
Los recursos en gestión patrimonial aumentan un 11,7% en el año, hasta situarse en 263.247 millones de euros, con el apoyo tanto de suscripciones netas en fondos de inversión y seguros de ahorro como por efectos de mercado positivos, indica CaixaBank.
El resto de los recursos crece un 7% en el año, hasta 422.118 millones, incluyendo un aumento del 6,4% en depósitos de clientes.
En 2024 se registró una intensa actividad comercial en productos de gestión patrimonial: las suscripciones netas de fondos de inversión, seguros de ahorro y planes de pensiones pasan en el año de 5.339 millones a 11.414 millones.
Ese avance amplía el liderazgo de CaixaBank en cuota de mercado de gestión patrimonial, que se sitúa en el 29,5%.
En cuanto al crédito, la cartera sana se sitúa en 351.511 millones a cierre de diciembre, un incremento del 2,2% en el año, con una contribución positiva tanto de empresas como de particulares.
Mejora de márgenes y morosidad contenida
El margen de intereses disminuye un 1,9% en el último trimestre del año como consecuencia de la caída de tipos de interés, pero aumenta un 9,8% en el conjunto del año.
El margen bruto avanza un 11,5% en tasa interanual, hasta 15.873 millones, la ratio de eficiencia mejora hasta el 38,5% y la morosidad se redujo hasta el 2,6% al cierre del ejercicio.
El saldo de préstamos y créditos dudosos acumula un descenso en el año de 280 millones, para situarse en 10.235 millones, gracias a una gestión activa del riesgo, y la posición de liquidez crece en 10.520 millones, hasta 170.723 millones.
Una vez descontado el impacto de los últimos programas de recompra de acciones, la ratio de solvencia CET1 se sitúa en el 12,2% al cierre del año.