En mayo de 2024, La Ñora S.Coop se vio abocada a un concurso de acreedores con la consecuente incertidumbre y el reto de hacer todo lo posible por mantenerse a flote. En menos de un año, el Consejo Rector de esta cooperativa junto a Juan Padilla Martínez, mandatario de la empresa en la negociación del concurso, ha conseguido hacerse con la inversión necesaria para saldar todas las deudas de la cooperativa y poder seguir con su actividad. Nada menos que cerca de 2,5 millones de euros que permitirían dejar la cooperativa libre de cargas y pagar “sin quita ni espera” a los acreedores.
No obstante, esta cooperativa de consumidores nacida en 1901 y que cuenta con 2.416 cooperativistas, se ha encontrado con una traba significativa: a pesar de estar dentro del plazo para poder saldar sus deudas y salvar su empresa, se les ha notificado la liquidación de sus bienes sin que el 99% de sus socios sean conscientes de que están a punto de perderlo todo.
“Todo ha sido muy rápido y, aunque hemos intentado serlo también, los plazos han sido inusualmente cortos”, explica Juan Padilla, quien ha intercedido por La Ñora S.Coop en todo este proceso. Padilla añade que “ni siquiera se ha informado a la mayoría de socios de lo que está ocurriendo y ha tenido que ser el Consejo Rector el que ponga al corriente a algunos de ellos mientras conseguía que un inversor apostase por la continuidad de la cooperativa. Ahora que tenemos la solución y que estamos en plazo, se nos dice que no hay nada que hacer y se obliga a cerrar a esta empresa”.
El presidente de Ucomur, Juan Antonio Pedreño, quien mantuvo este viernes un encuentro con el Consejo Rector de la cooperativa La Ñora, asegura que para la organización “lo principal siempre es que la cooperativa perdure, mantenga su actividad y se conserven los empleos”, y no entiende “que esto ocurra cuando existe el dinero para pagar a los acreedores y no hay ningún argumento sólido ni razón para no permitir que así se haga”.
Desde la cooperativa La Ñora denuncian que el proceso de liquidación parece haberse acelerado al conocerse su capacidad de hacer frente a las deudas: “Es como si hubiera prisa por cerrar la empresa, cuando la finalidad última de un concurso de acreedores no es otra que hacer todo lo posible por mantenerla con vida”, explica Antonio Serrano Sánchez, miembro del Consejo Rector de la cooperativa.
Por este motivo, desde Ucomur y en palabras de su presidente “no se comprende que, existiendo inversión y la voluntad de que La Ñora S.Coop perdure, no se priorice y facilite que una empresa con tanta historia y proyección y con cerca de 2.500 socios siga funcionando”.
“Mostramos nuestro apoyo a La Ñora S.Coop y denunciamos esta situación que esperamos tenga una resolución favorable para la empresa y sus socios/as lo antes posible”, añade Pedreño