lunes. 03.03.2025
ENTREVISTA EMPRESARIO DEL MES DE FEBRERO

Pedro Saura (CEO de Mecánicas Bolea) 'Empresario del Mes de febrero' de Murcia Diario

Mecánicas Bolea es una empresa familiar que está a la vanguardia en su sector y posee contratos con las principales empresas tanto nacionales como internacionales. Ahora celebra su 40 aniversario y lo hace con el anuncio de unas nuevas instalaciones que se levantarán en el polígono Los Camachos, con una inversión superior a los 11 millones de euros. Al frente de la compañía hay todo un equipo de profesionales y directivos comandado por su CEO, Pedro Saura, al que nuestro periódico reconoce como 'Empresario del Mes de febrero'. 
 
Pedro Saura, CEO de Mecánicas Bolea.
Pedro Saura, CEO de Mecánicas Bolea.

En plena celebración del aniversario de la compañía hemos tenido la oportunidad de conversar con Pedro Saura, CEO de Mecánicas Bolea.  El compromiso y la experiencia de sus fundadores y la política inversora en I+D+i son algunos de los principales ejes que sostienen la actividad de la empresa cartagenera.

Bolea es una compañía de servicios industriales especializada en el diseño y fabricación de equipos de proceso, recipientes a presión y tanques de almacenamiento para las industrias química, petroquímica, farmacéutica y alimentaria y ahora se posicionan para futuros proyectos dentro de la industria de la Defensa. 

En corto

-Lugar de nacimiento:  Cartagena

-Edad:  42 años

-Estado civil:  Casado

-Profesión: Consejero Delegado e Ingeniero

-Aficiones: La música, tocar la guitarra

-¿A dónde se escaparía?  A navegar

-¿Qué no soporta?  Las faltas de respeto

-¿Qué busca en las personas?  Honestidad y transparencia

-¿Qué cambiaría de la sociedad actual?  Le pondría más sentido del humor, hoy en día apenas se puede decir nada sin que nadie se sienta ofendido.

-¿Cómo desconecta? Con mis amigos y mi familia. La risa es la mejor forma de desconectar.

En largo:

-¿Cómo definirían el espíritu de Mecánicas Bolea?

Una empresa familiar, sencilla y discreta. Nos gusta que nuestro trabajo hable por nosotros mismos.

-En febrero han conmemorado 40 años de la empresa, cómo lo van a celebrar?

Pues vamos a hacer algo que nunca antes habríamos hecho y es, precisamente, celebrarlo. Cuando en el año 2000 se abrieron las instalaciones donde estamos ahora se quedó la espinita de no haberlas inaugurado. Este 2025 es especial, cumplimos 40 años y vamos a hacer el evento más importante, donde queremos dar algunas sorpresas. 

A final de año haremos nuestra tradicional barbacoa y puede que antes de verano hagamos algo también. El evento de verano está por ver, porque depende mucho de la carga de trabajo, que generalmente es alta en esas fechas…

-¿Cómo ha evolucionado la compañía en este tiempo?

Pues me atrevería a decir que ha sido una evolución bastante estable… mi abuelo empezó con 6 trabajadores y ahora somos unos 240. Si dividimos los 240 entre 6 trabajadores al año, nos salen 40 años…En 2006, con mi padre al frente eran unos 120. En realidad, no ha sido así de lineal, como en todas las empresas, hemos tenido crisis, en los años 90, en 2010 con la crisis financiera, en la pandemia… ésa fue la peor. Pero también se nos han presentado proyectos muy interesantes que nos han hecho crecer, como cuando General Electric (ahora Sabic) se implantó en Cartagena, las sucesivas ampliaciones de la refinería o los proyectos en los astilleros en todos esto años.

-¿Por ser una empresa de estructura familiar lo han tenido más difícil para competir en el mercado?

No especialmente, que la empresa sea familiar no le quita profesionalidad. Lo importante es estar cerca del cliente, entender qué es lo que quiere y qué valor puedes aportar que sea diferenciador de tu competencia. Es más difícil cuando compites con grandes empresas (generalmente no familiares), que para conseguir contratos con determinados clientes bajan los precios porque tienen 'riñón', e intentan sacarte a ti. En ese caso nuestras armas son la cercanía, la profesionalidad y la confianza, fruto de una relación a largo plazo con nuestros clientes.

-¿Cómo han afrontado el relevo generacional en la compañía?

Pues creo que con diligencia. De la primera a la segunda generación, mi padre y mi abuelo (yerno y suegro) eran uña y carne. Se entendían a la perfección y cuando mi abuelo se jubiló (yo aun no estaba en la empresa) fue una transición natural, no se notó ni en la empresa ni a nivel familiar. De la segunda a la tercera fue distinta: mi padre falleció 3 meses después de haberse jubilado y lo pasamos muy mal. Afortunadamente él ya había constituido el Consejo de Administración y la decisión fue seguir dándole a los pedales. Con nuestro director general, Eladio Valcárcel, que además de ser un gran profesional, es todo un mentor y una persona honesta, alineada con nuestros valores y que entiende muy bien la empresa desde hace tiempo.

Tenemos también a nuestro director financiero, Antonio, la mano derecha de mi padre, honrado como él sólo, y un director de Operaciones, que es Javier, que es un espectáculo verlo trabajar. Luego está mi primo Gonzalo en Producción, que, pese a ser muy joven tiene una cabeza y una madurez extraordinarias y a mi hermano Eduardo como Director Adjunto, que, además de ser muy buena persona, con las personas se lleva de fábula y lo quiero un montón. Con este equipo directivo y conociendo la empresa como la conocemos: ¿Quién no querría desarrollar un proyecto empresarial como el nuestro?

-Ustedes son un referente en su sector. Poseen proyectos dentro y fuera de España.

Tenemos clientes 'de toda la vida', que son los que tenemos cerca, aquéllos a los que si no atendemos a tiempo y asegurando la calidad del trabajo pueden parar su producción y eso se traduce en muchos euros perdidos. Eso es algo que tenemos claro, las prioridades de nuestros clientes son también las nuestras.

También tenemos los servicios de fabricación, tanto en nuestros talleres como en las instalaciones de clientes. Con estos proyectos de fabricación hemos exportado equipos a puede que a más de 20 países. En cuanto a la fabricación que incluye instalación en la casa de nuestros clientes empezamos por Irlanda en 2016, en Reino Unido, puesta en marcha en Brasil, Marruecos, Estados Unidos en 2024… y ahora Portugal.

-¿Qué importancia tiene la investigación, las nuevas tecnologías y la innovación en sus trabajos?

Como empresa de servicios de mantenimiento y fabricación, los procesos suelen venir investigados y desarrollados por nuestros clientes. Nosotros somos inquietos y nos gusta innovar en la forma de fabricación más eficiente, más ergonómica y en definitiva, la que resulte más productiva garantizando la calidad y los plazos de entrega. Respecto a las nuevas tecnologías, lo mismo: estamos viendo la forma en la que nuestros procesos pueden ser mejorados por RPAs, IA, inteligencia de negocio, etc. Pero sin olvidar dos cosas: la tecnología es una herramienta al servicio de las personas y que la fuente de innovación principal es siempre el cliente. El cliente siempre va tener problemas e inquietudes y nuestro deber es escucharlo y dar respuestas. En ese trabajo de ingeniería entendida como “usar el ingenio” es donde entendemos nosotros la innovación y afortunadamente, ahora hay una serie de herramientas tecnológicas muy avanzadas a nuestro servicio.

-¿Nos puede detallar algunos de esos proyectos en los que trabajan actualmente? En España, en su división internacional…

El último relevante que hemos entregado ha sido en EEUU de una planta de tratamiento de grasa animal para generación de biocombustibles. Es la primera vez que lideramos un proyecto al 100%, con nuestro equipo humano y productos nuestros al otro lado del charco. Estamos muy contentos.

El año 2025 lo hemos empezado con un proyecto importante de suministro de equipos para Huelva que también tiene mucho trabajo allí y la reciente adjudicación para unos trabajos en el aeropuerto de Lisboa en Portugal.

-¿Qué encargo ha sido el más difícil o complicado que le han pedido para desarrollar en la compañía?

No podría decir solo uno, pues en estos 40 años… de los primeros proyectos apenas tengo recuerdo. Recuerdo el “travelift” que se hizo para el varadero de Cartagena, que todavía funciona. En aquél entonces yo era un niño (tendría 8 o 10 años) e iba con mi padre y también estaba mi abuelo, los dos estaban bastante nerviosos y era fin de semana, así que algo estaría pasando…

De los que recuerde con más cercanía, el proyecto de Dublín fue complicado, no porque no supiéramos hacerlo técnicamente, sino porque era la primera vez que hacíamos un proyecto internacional, diferencia cultural, diferente idioma, burocracia distinta, movilizar personal… Fue todo un reto en la parte administrativa. También en la parte técnica; la lluvia y la nieve a la que no estamos tan acostumbrados aquí en la Región de Murcia, nos hizo alguna que otra jugada. Gracias a la experiencia adquirida y a la respuesta que dimos nos han salido otros proyectos. Aprendimos mucho.

-¿Qué papel juegan las industrias auxiliares de Cartagena en el sector?

Un papel fundamental, las industrias auxiliares forman parte del tejido empresarial y son difícilmente separables. En la zona de Cartagena contamos con grandes empresas en el sector energético en la zona del Valle de Escombreras y del sector de la defensa con los astilleros y el Arsenal. Esas grandes empresas necesitan de la industria auxiliar para seguir operando, seguir siendo rentables y que puedan seguir haciendo inversiones que al final es lo que marca el crecimiento de una región.

-¿Existen problemas para encontrar mano de obra especializada?

Si y no. Que puedan soldar hay muchos, pero soldadores no tantos. Lo mismo pasa con mecánicos, ajustadores, fresadores, montadores y un sinfín de profesiones. Los profesionales especializados, consecuentes y responsables ya tienen trabajo y, por lo general, están donde quieren estar. El problema lo veo en el relevo generacional. Los trabajos físicos parece que no están bien vistos…

-¿Cómo se podría solucionar este problema?

Creo (y es una opinión personal) que, por un lado, fomentando la vocación y el sentido de la responsabilidad desde pequeño, en casa, en las escuelas, en los centros de formación, etc. Y por otro, poniendo en valor desde las empresas el trabajo del profesional. A veces cuando paseo por los talleres y veo los cordones de soldadura o los acabados del mecanizado de algunos equipos ¡es una pasada! Es “cirugía” del metal. Ese tipo de trabajos sólo pueden hacerlo verdaderos profesionales. No sabe hacerlo cualquiera. Es importante que se ponga en valor, porque la vocación llama a la vocación.

Tener un buen maestro que quiera enseñar y un aprendiz con ganas es lo mejor que te puede pasar. Trabajar el metal es complicado, pero es muy bonito y sobre todo es tangible: lo ves, lo puedes tocar y va a permanecer en el tiempo, es flipante. No es un tiktok que dura segundos. Si no conseguimos hacer que el trabajo de un profesional se vea como lo que es, los perderemos. Nos quedaremos estancados como sociedad.

-Ahora se habla mucho sobre el papel que puede tener la industria de Defensa. ¿Cómo de vital es para el futuro?

No soy un experto en geopolítica, pero el conflicto entre Rusia y Ucrania lo ha dejado claro: Europa depende de terceros tanto para la defensa como para la energía y desde que Trump está en la Casa Blanca, no sólo dependemos de terceros, sino que además vamos tarde para que estén en disposición de echarnos una mano. Para una cierta estabilidad en la zona Euro, la industria de defensa tiene que ponerse al día y depender de ella misma.

-Ustedes ya han dado un paso adelante en este sector...

Es un sector de desarrollo muy interesante. Antes de unirme a Mecánicas Bolea tuve la suerte de trabajar durante varios años en una empresa del sector de la defensa. Un equipo humano fantástico. A nivel de gestión, de tecnología, de innovación, de certificación, etc. es muy diferente a la industria tradicional. Se habla mucho de tecnología dual uso militar y civil, pero creo que no sólo va de tecnología. Las empresas industriales 'tradicionales' podemos aprender mucho del sector de la defensa e incorporar parte de ese aprendizaje a nuestro día a día para ser más innovadores.

-¿Qué puede suponer el programa Caetra para la industria regional, especialmente para  Cartagena?

Creo que se está enfocando bien, hemos tenido la suerte de entrar en el programa de aceleración comercial a través del CEEIC y estamos aprendiendo cómo funciona el Ministerio de Defensa por dentro. Entender a tu cliente es fundamental para poder identificar sus necesidades y ofrecerle tus servicios. Ser de la generación “de los que no han hecho la mili, pero se han ido de Erasmus” por un lado permite aprender idiomas y tener experiencia a nivel internacional, pero por otro lado no sabes cómo funciona el sector de la defensa como usuario. Ahora mismo este sector está en auge, es una buena oportunidad de crecimiento, y toca ponerse las pilas. Para esto, el programa de Caetra es una iniciativa muy acertada. También creo que para que este programa sea un éxito y una referencia, las empresas de la Región tenemos que hacer un esfuerzo de colaboración para complementarnos y dar solidez a este proyecto.

-¿Cómo ve el futuro de Mecánicas Bolea y su sector?

Los que me conocen saben que no soy una persona especialmente optimista, pero respecto al futuro, soy optimista. Hay muchas oportunidades en el sector de la defensa, el sector energético está en plena efervescencia hacia una transición sin emisiones de CO2 y la química demanda nuevos procesos más sostenibles. Todos estos campos son oportunidades donde aprender y desarrollar nuevas capacidades y hacer nuevos proyectos.

-¿Cuál es su facturación anual?

22 millones.

-¿La RSC juega un papel importante en su empresa, qué valor le dan?

Creo que la RSC es inherente a las empresas familiares por su propia condición. Respecto a esto, en los últimos años hemos realizado una serie de actualizaciones importantes: hace tres años instalamos placas solares en nuestras naves, la flota de vehículos que menos kilometraje hacen los estamos pasando a eléctricos para que se recarguen directamente a través de las placas. También hemos modificado el horario general de trabajo a jornada intensiva de mañana durante todo el año. Esto tiene un doble beneficio, porque nos permite una mejor conciliación familiar (no partimos la jornada) y recargamos los vehículos por la tarde con energía solar cuando no se utilizan. Nos hemos certificado en compliance penal para garantizar la transparencia. Además, mi hermano es muy deportista, con lo que algún evento deportivo también patrocinamos. La RSC es importante para nosotros, y creo que es fundamental para que las personas quieran trabajar en Mecánicas Bolea, y que las que ya están, sean felices y quieran retirarse en Mecánicas Bolea.

-¿Cómo ve al tejido empresarial en la Región de Murcia?

No soy un experto, pero leo mucho. Me fijo en las empresas cercanas, aunque no sean de nuestro sector. Casi todas las empresas en la Región de Murcia son familiares como la nuestra. Las que están en tercera, cuarta, generación funcionan muy bien. Están muy profesionalizadas y crecen de forma sostenible sin perder sus valores. Esto es fruto de decisiones complicadas y conversaciones difíciles, pero en el fondo dan seguridad al desarrollo económico de la Región. El sector de la alimentación y de la farmacia es muy potente en la Región, igual que la hostelería. Lo que conozco está muy profesionalizado y es todo un referente.

En cuanto al sector industrial del metal, desde mi humilde punto de vista, el mejor ejemplo lo tenemos en Euskadi, existe una red de servicios muy bien comunicada entre empresas y centros tecnológicos y son muy ágiles. En Murcia, se echa de menos una cierta complementariedad de servicios y apertura a la colaboración. Hay bastante competencia para más de lo mismo y poco o nada de lo distinto. En ese sentido el tejido industrial debería ser más amplio o ágil. En ocasiones tienen que venir empresas de fuera de la Región a dar una serie de servicios que perfectamente podrían hacerlo empresas murcianas. Esto tiene una lectura positiva y es que hay muchas oportunidades, pero hay que materializarlas y no es sencillo.

-¿A su juicio, qué cosas faltan en la Región para relanzar su crecimiento económico?

Probablemente casi todos digan lo mismo, pero necesitamos inversiones e infraestructuras. Las comunicaciones que tenemos con Madrid, con Andalucía y con Cataluña dejan mucho que desear. No parece muy lógico que desde Murcia sea “más fácil” enviar personal a Dublín que a Cádiz o a Huelva. Para entender a nuestros clientes las videollamadas están muy bien, pero en la industria no es suficiente: los equipos tienen que ir a las obras y ver lo que está ocurriendo en primera persona, ver cómo se está cargando el barco, cómo se descarga el camión, cómo se están haciendo las pruebas… para eso, una buena red de comunicaciones es imprescindible.

Tampoco entiendo cómo en Cartagena, siendo uno de los puertos más rentables de España, no se den más capacidades de carga y descarga de contenedores. Esto, nos daría capacidad de aumentar las exportaciones. No creo que se trate de competir con Valencia, Alicante o Almería, creo que se trata de desarrollar el potencial de una Región. Los fenicios se dieron cuenta, los romanos también. ¿Por qué en el siglo XXI no?

Pedro Saura (CEO de Mecánicas Bolea) 'Empresario del Mes de febrero' de Murcia Diario