El verano es uno de los periodos en los que peor pueden pasarlo nuestros dispositivos electrónicos, equipos informáticos y electrodomésticos, debido al calor y su efecto sobre algunos de sus componentes. El calor puede afectar especialmente a los dispositivos que contengan baterías, dispositivos con un flujo constante de datos o que estén siempre conectados a la red eléctrica.
Por lo tanto, los efectos negativos de las altas temperaturas pueden afectar tanto al portátil desde el que trabajamos o jugamos, el móvil con el que vamos a fotografiar nuestro verano, o los electrodomésticos de nuestro hogar.
Conscientes de ello, el equipo de expertos de PcComponentes ha preparado una guía para seguir unos sencillos consejos con los que evitar que nuestros dispositivos sufran los efectos del calor extremo, que puede acortar su vida útil o provocar fallos permanentes.
PORTÁTILES Y PCS DE SOBREMESA. Los ordenadores, tanto de sobremesa como portátiles, son sensibles al calor extremo en varios de sus componentes, además suelen estar conectados permanentemente o en largas sesiones.
Síntomas: Un funcionamiento lento de nuestro equipo puede ser el primer síntoma de que está sufriendo temperaturas más elevadas de lo normal. Algunas placas bajan el rendimiento de nuestra CPU a modo de precaución cuando detectan una temperatura elevada, haciendo que la frecuencia de nuestro procesador baje y así mantener una temperatura por debajo del límite soportado. Otro mecanismo de defensa frente al calor es un apagado repentino, que será la última medida de seguridad que tomará nuestra placa base a fin de evitar cualquier tipo de daño a nuestro procesador.
Consejos: Lo ideal es pensar en la refrigeración desde el momento que adquirimos el equipo. En el caso de los PCs de sobremesa, debemos seleccionar una torre acorde a todos los componentes de nuestro equipo, ya que incluso contando con una refrigeración líquida o una GPU con un gran poder de disipación no conseguiremos la experiencia de usuario esperada si nuestra torre no es capaz de disipar el calor producido por el conjunto de todo el equipo.
En el caso de los portátiles, que son los dispositivos que más viajan con nosotros, debemos vigilar que están sobre superficies que dejen funcionar bien los disipadores y la ventilación (evitar almohadones, superficies blandas o que se calienten mucho). En este sentido, bases refrigeradoras con ventilación incorporada pueden ser una solución para los días más calurosos.
Para todos los casos, es importante utilizar el equipo en una habitación ventilada y fresca, nada de utilizarlos bajos el sol, y realizar una limpieza periódica de la torre y/o de filtros y ventiladores para no mermar el rendimiento de la ventilación del equipo.
TELÉFONOS MÓVILES (TV, FRIGORÏFICOS...). Otro dispositivo que usamos mucho durante las vacaciones en playas y piscinas, y que tampoco es muy amigo del calor excesivo, es el smartphone. Aunque se ha mejorado mucho la disipación de calor en los últimos años, tanto la pantalla como la batería pueden tener problemas con el sol directo y las altas temperaturas.
Síntomas: A temperaturas altas (a partir de 45º, aproximadamente), los componentes del móvil pueden sufrir una degradación muy rápida. Los paneles de la pantalla suelen tender a quemarse más rápido (sobre todo si los usamos al sol, donde el brillo se coloca al máximo, lo que añadido al calor externo y el que genera la pantalla, hacen que se acorte muchísimo la vida útil).
La batería es otro elemento que puede llegar a sobrecalentarse, dejar de funcionar, y, en casos más graves, quemarse. Al igual que las baterías y las pantallas, los procesadores y memorias también presentan fallos a altas temperaturas y comenzarán a ralentizarse e incluso degradarse más rápido.
Consejos: Para evitar (o minimizar) los posible los efectos del calor en nuestro terminal móvil en un ambiente muy caluroso, nuestros expertos recomiendan seguir algunas pautas: No se debe exponer el teléfono al sol en verano, solamente lo necesario. Evitar realizar cargas rápidas (de más de 15W), cuando hace mucho calor o notamos el terminal demasiado caliente. Si el smartphone está caliente, no se aconseja ejecutar aplicaciones muy demandantes, como videojuegos, video 4K, etc.
Intentar evitar poner el brillo de la pantalla al máximo si no es necesario, y de forma controlada.
No dejar el teléfono dentro de nuestro automóvil al sol, ya que puede alcanzar temperaturas muy elevadas.
Por último, si notamos muy caliente el terminal, no es buena idea introducirlo en la nevera o el congelador. El cambio brusco puede provocar condensación en el interior o quebrar la pantalla.
ELECTRODOMÉSTICOS. Pese a que muchas veces los consideramos ya casi como parte del mobiliario, los electrodomésticos también pueden sufrir los efectos del calor.
Síntomas: Hoy día, casi cualquier dispositivo o electrodoméstico posee un procesador electrónico para realizar sus funciones y este elemento es uno de los primeros afectados por el calor. En general, la primera alerta de que están sufriendo con el calor es un comportamiento extraño, errático o directamente que se desconecten o apaguen para evitar daños.
Consejos: Lo primero es tratar de evitar un error habitual que comentemos con la mayoría de electrodomésticos, que es el encajonar o colocar el dispositivo dentro de un armario o hueco sin ventilación, en especial los televisores y los frigoríficos. Estos producen calor que se disipa por la parte trasera, por lo que pegarlos a la pared es una mala idea.
También debemos evitar el que les dé directamente el sol, aparte de por el mayor calor que produce, porque puede dañar sus acabados y, en el caso de algunos televisores, puede afectar a la tecnología de la pantalla y provocar perdida de color o fallos de pixeles.
También conviene evitar enchufar en el mismo cuarto varios electrodomésticos a la vez (de forma innecesaria) y, sobre todo, en la misma línea eléctrica.
VIDEOCONSOLAS. Las consolas cada vez se parecen más a un PC, por lo que éstas también acarrean sus mismos problemas de calentamiento en sus componentes, pero añadiendo sus características y dimensiones que son más reducidas y su colocación a veces en huecos o espacios sin ventilación puede hace que se acentúe aún más el problema del sobrecalentamiento.
Síntomas: La primera señal de que una consola se sobrecalienta es la aceleración de los ventiladores, sobre todo si es nada más encenderla, y se mantienen al máximo todo el tiempo. Otra señal puede ser tener varias caídas de FPS (frames per second o fotogramas por segundo) pareciendo que se congela la imagen.
Consejos: La recomendación para mejorar estos problemas sería la limpieza de su sistema de refrigeración con un pequeño bote de aire comprimido y una brocha, también se debe evitar ponerlas en espacios muy cerrados con poco flujo de aire. Por último, podemos tratar de elevarla un poco de la mesa o superficie poniéndole unas patas y levantarla ligeramente para mejorar la disipación de calor.