La cebada regada con agua del acuífero del Mar Menor crece tanto como la cultivada con agua del trasvase y sus granos tienen la misma calidad para la producción de cerveza. La alta salinidad y la elevada concentración de nitratos, hasta 96 partes por millón, no afecta a este cereal, que al retener el nitrógeno ejerce de filtro verde para desnitrificar el agua de pozo. Lo han comprobado investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena en un ensayo experimental en colaboración con la Fundación Estrella Levante que ha presentado sus resultados este martes.
“Durante cuatro ciclos consecutivos de cultivo hemos estudiado la respuesta agronómica y fisiológica de la cebada al riego con agua de diferentes orígenes, en una parcela con la extraída del acuífero, en otra de control con agua del trasvase y en una tercera con una mezcla”, explica el investigador responsable, Alejandro Pérez Pastor. En todas ellas se han igualado los aportes de nitrógeno añadiendo nitrato amónico al agua del trasvase, hallando que “la fertirrigación agua de pozo es más eficiente porque la cebada retiene más nutrientes”, añade. En las tres parcelas la producción ha sido similar y constante, unas seis toneladas por hectárea, y también la calidad del grano y la salud del suelo.
La investigación, iniciada en 2021, “ha demostrado la fiabilidad de cultivar cebada con agua de pozo del acuífero y su viabilidad como filtro verde para el Mar Menor”, ha ratificado el director técnico de Estrella Levante, Juan Antonio López Abadía.
Los datos y el cultivo han sido mostrados este martes en la Estación Experimental Agroalimentaria Tomás Ferro al rector de la UPCT, Mathieu Kessler, al consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, y al presidente de la Fundación Estrella Levante, Ramón Agenjo, quien se ha mostrado “maravillado” al conocer que “a través de la agricultura podemos limpiar las aguas a la vez que producimos cebada de kilómetro cero para producir nuestra cerveza”.
La tolerancia de la cebada a las características del agua del acuífero y su función como filtro para retener nitratos “es una combinación ganadora”, ha destacado por su parte el rector de la Politécnica de Cartagena.
Los investigadores han utilizado sensores de humedad, temperatura y salinidad, así como sondas de succión para medir la salinidad, un lisímetro de drenaje y la plataforma de digitalización IRRIMAN para conocer el estado hídrico del suelo y termometría infrarroja a partir de imágenes procedentes de drones para analizar la evolución del cultivo.
Esta colaboración entre la Fundación Estrella de Levante y la UPCT se suma a la Cátedra Estrella de Levante Campus Mare Nostrum, en la que participan investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena y la Universidad de Murcia (UMU).