La estabilización de la inflación pese a la incertidumbre, el deseo de los empresarios para el nuevo año
Según CROEM y la Cámara de Murcia, aunque el IPC cerró 2024 en niveles por encima de lo esperado, aún se encuentra por debajo de la media nacional y muy lejos de las tasas de crecimiento de dos dígitos que se alcanzaron en 2022.
Según la valoración de CROEM y la Cámara de Murcia, la inflación se mantuvo en niveles por encima de lo deseado en la Región de Murcia durante el mes de diciembre y para el promedio del año. En concreto, la variación interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 2,6% en diciembre -tercera comunidad autónoma con la cifra más baja-, frente al 2,8% nacional, y el 2,2% del mes de noviembre.
Entre los componentes más inflacionistas destacan, por una parte, los gastos asociados a Vivienda (+8,0% respecto a diciembre de 2023, tasa similar al 8,1% de noviembre) debido a la evolución de los precios de la electricidad (+15,9%) y del suministro de agua (5,2%, más de dos puntos por encima de la variación nacional del 3,1%). Y, por otra, Bebidas alcohólicas y tabaco (+5,4%) y Restaurantes y hoteles (3,5%, seis décimas menos que la media nacional). En el extremo opuesto, los grupos con mayor contención fueron Vestido y calzado (-0,9%), Menaje (-0,3%), Comunicaciones (0,1%), Alimentos y bebidas no alcohólicas (+1,1%) y Transporte (+1,7%, que implica una sensible aceleración desde el -0,7% de noviembre, debido al fuerte repunte de los servicios de transporte de viajeros, +25,5%, frente al +4,2% en España).
Si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles, como alimentos no elaborados y energía, se aprecia que la denominada inflación subyacente se mantiene en el 2,5%, situándose una décima por debajo de la variación nacional.
En conclusión, aunque en los últimos meses la inflación de la Región de Murcia experimentó una dinámica alcista, se mantuvo por debajo de la media nacional, y muy lejos de las tasas de crecimiento de dos dígitos que se alcanzaron en varias mensualidades de 2022. En consecuencia, sería deseable que la inflación termine por estabilizarse a lo largo de 2025, pese a la incertidumbre que se deriva, en primer lugar, del impacto que pueda tener el fin de las bonificaciones nacionales al IVA de algunos bienes de primera necesidad, que afectan sobremanera a las familias más vulnerables. En segundo, del fuerte repunte que se ha dado en la Región de algunos servicios con precios regulados, como el suministro de agua y el transporte de viajeros. Y, por último, de la volatilidad de algunos costes empresariales, como los energéticos.