Las criptomonedas están en todos lados. Todos los días puedes encontrar alguna mención a ellas en la prensa, en las redes sociales o en conversaciones de bar. Nos hemos acostumbrado a hablar de ellas aunque no las usemos o incluso aunque no las conozcamos.
De hecho, no es raro el día que leyendo prensa digital o utilizando aplicaciones móviles con anuncios no nos aparezca de vez en cuando mensajes o titulares sugerentes como estos: “Hazte Millonario con Bitcoin”, “La increíble historia de...” “Camarero deja el trabajo con 980.805,80€ en su cuenta” “Cada vez más personas buscan ingresos adicionales” “Used no lo creerá y querrá probarlo usted mismo”
Hoy vamos a contar en qué consisten estos anuncios, por qué son una estafa y qué podemos hacer si hemos sido víctimas de un engaño.
La gran mayoría tienen un esquema similar:
- Un titular que llama la atención. El objetivo es claro, es necesario despertar la curiosidad del lector.
- Un toque de innovación con alguna palabra aparentemente técnica (criptomonedas, forex, trading de alta frecuencia, nodos maestros etc.) que nos permita pensar que quizás no todo el mundo ha pensado en esto y somos de los primeros.
- Una fórmula mágica (un nuevo algoritmo, un sistema de inteligencia artificial…) para conseguir rentabilidades altísimas y hacerse rico invirtiendo muy poco.
- Testimonios de alguien que ya lo ha probado e incluso fotos de alguna cara conocida.
- Una mención a que ese truco mágico está enfadando a los bancos y que los expertos no se lo creen.
- Una invitación a que lo pruebe usted mismo y que no necesita saber nada.
Lamentablemente, el esquema no es el de alguien que ha encontrado una mina de oro y ha decidido compartirlo con el mundo, sino la antesala de una estafa. Lo que nos dicen, lo que nos presentan es un sueño, ficticio e irreal, con el que intentan seducir a quien realmente necesita que eso le ocurra para cambiar su vida o salir de un mal momento económico.
Si a pesar de lo sorprendente del anuncio decidimos seguir adelante, lo habitual es encontrarse en una conversación con “alguien importante de la empresa” que cuando entró en ella “no sabía nada tampoco y en menos de un año había conseguido 2000€ al mes y se había quitado un préstamo de 8.000€”. Es decir, nos presentan una situación con la que podamos o queramos empatizar: “yo tampoco sé nada de esto” y “qué bien me iría ganar ese extra o quitarme aquel préstamo”.
Posteriormente es cuando nos explican “la fórmula mágica”, mientras que a la vez indican que es más segura y rentable que comprar y vender criptomonedas por tu cuenta. Las mentiras en este punto son variadas, normalmente basadas en que es mejor invertir de manera conjunta con otros inversores (que están a dos pasos de ser estafados y de perder sus ahorros) ayudados por una tecnología muy avanzada (que no existe).
El siguiente paso es cuando se habla de dinero. Generalmente aunque estemos convencidos y queramos empezar con mucho, nos van a decir que empecemos con poco (250€/500€) para que veamos “que de verdad funciona” o porque algunos “planes o productos” solo son para inversores que llevan mucho tiempo en la empresa.
La realidad es otra.
Si empezamos con mucho y la rentabilidad fuera muchísima, en unos días nos vamos a querer ir con nuestro botín, vamos a ver que no nos lo dan y rápidamente iremos a la policía. El chiringuito saldría a la luz demasiado pronto y no les conviene.
Sin embargo si empezamos con poco, veremos una rentabilidad al poco tiempo, querremos invertir más y se lo diremos incluso a nuestros conocidos. Si por el contrario quisiéramos irnos con nuestro dinero es cuando nos ofrecerán esos “planes o productos” para inversores especiales o nos dirán que tenemos que alcanzar una cifra algo más alta para poder salir. Es decir, quieren garantizarse un segundo pago y si hay suerte que convenzamos a otros.
¿Cómo funciona realmente?
Alguien crea una web con un nombre y dominio que “de vida” a su historia. Contará algo de criptomonedas y cómo invertir en ellas sin riesgo, unirá casos de éxito ficticios y empezará una campaña de publicidad muy agresiva como la que contábamos al inicio para llegar a posibles interesados.
Con los primeros todo parecerá normal y puede que algunos cobren algo de dinero. Este dinero es justo el que invierten los segundos en llegar al sitio. La rentabilidad es siempre falsa, pero para que parezca real y se lo contemos a nuestros conocidos se usa el dinero de otros. Es básicamente una estafa piramidal camuflada bajo falsas tecnicas de inversion en criptomonedas.
¿Qué debemos hacer si creemos que estamos siendo engañados?
En caso de que hayamos invertido dinero y no podamos recuperarlo NUNCA hay que seguir invirtiendo.
Debemos recabar todos los datos que tengamos (e-mails, webs, teléfonos, transferencias...), acudir a presentar una denuncia y solicitar consejo a un profesional. Estos asuntos tienen solución, pero si no los denunciamos seguirán engañando a otros.