Lo llevo diciendo mucho tiempo: Hay determinados componentes del modelo de negocio de las entidades financieras que deberían ser imitadas por las empresas no financieras (darle valor al dinero a través del tiempo, analizar el riesgo de clientes y proveedores, cumplir determinados niveles de solvencia para afrontar cambios en los ciclos económicos, gestionar la tesorería como si de una mercadería se tratara, etc.).
Pero, hoy por hoy, hay uno que especialmente debiéramos llevar a la práctica de manera proactiva: las concentraciones.
Los consejos de administración de Caixabank y Bankia aprobarán en breve la fusión por absorción de la segunda por la primera, fusión que se materializará, previsiblemente, antes de finales de este año, dando lugar a un gigante financiero líder en España por volumen de activos y gestión de IIC.
El sueño de Fainé se hace realidad por fin, en una operación impulsada por el BCE y el Banco de España, con el visto más que bueno de la parte socialista de nuestro gobierno. Y con evidentes consecuencias a muy corto plazo, por todos conocidas y de las que ya se ha escrito mucho.
Empieza el baile en esta nueva oleada de fusiones bancarias que veremos tanto en España como en el resto de la UE y, espero, entre entidades de distintos países.
Pero, a diferencia de épocas anteriores, se tratará de operaciones estratégicas con el objetivo de sobrevivir, mejorando la eficiencia, la solvencia, la transparencia y afrontando, de manera definitiva, la tan mencionada y necesaria transformación digital que les permita hacer frente a Amazon o Google en espera de su irrupción definitiva en el sector bancario.
Pero ¿qué ocurre? ¿Este tipo de operaciones son exclusivas del sector bancario o de grandes empresas? En absoluto. Como he comentado al inicio de este artículo, llevo años diciéndole a las empresas de TODOS los sectores económicos que se junten, que se casen, que compren, que se vendan. En definitiva, que se hagan, no solo más grandes, si no más eficientes y competitivas.
No voy, por razones obvias, a dar nombres, pero llenaría varios artículos enumerando empresas murcianas de todos los colores, tamaños y precios, que podrían y DEBERÍAN afrontar procesos de concentración empresarial, asegurando su supervivencia a largo plazo. Y deberían hacerlo de manera, como he comentado, proactiva. Me explico.
Banco de Sabadell, con el segundo peor ratio de rentabilidad del sector, ya se ha dado de alta en Meetic y Tinder (Goldman asesorará a Sabadell en la búsqueda de pareja). Pues, del mismo modo, las empresas deben integrar en sus estrategias las operaciones corporativas: las más solventes y con más exceso de liquidez, deben salir al mercado a buscar oportunidades; las menos solventes o en dificultades, deben salir al mercado en busca de una absorción; en general, todas, deben vigilar el mercado y actuar ante la mínima oportunidad de compra, venta o fusión.
Y es obligatorio superar los componentes emocionales que suelen ligarnos a nuestras empresas, lo de considerarlas como nuestros hijos y cosas de esas. Es nuestra responsabilidad gestionarlas profesionalmente tratando de maximizar el valor de las mismas y asegurar la supervivencia a largo plazo, a eterno plazo, dejando, eso sí, un legado adecuado a nuestros hijos.
No deje para mañana lo que debe hacer hoy. Y no piense que lo aquí escrito, que no deja de ser una opinión, no va con su empresa.